Miguel Tirado Rasso

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Candidatos incómodos

In Partidos Políticos, Sospechosismo, Temas Centrales on 17 febrero, 2016 at 12:29 pm

Algo que debería de ser elemental, se ha convertido en un verdadero rompecabezas para algunos partidos políticos que no encuentran la manera de salir librados de una de sus más importantes  responsabilidades.

Supondríamos que los partidos con larga trayectoria política, identificación ideológica, buen posicionamiento a nivel nacional y experiencia en el quehacer público, no tendrían problemas para seleccionar y postular a sus candidatos a puestos de elección popular y, sin embargo, esto se les está convirtiendo en algo, cada vez, más complicado, por las sorpresas desagradables que, tarde o temprano, salen a relucir dadas las malas mañas, los pasos torcidos y las poco recomendables compañías de algunos de los personajes propuestos para esos cargos.

Lo menos que se podría esperar de estas organizaciones políticas es su compromiso para postular a sus mejores elementos, hombres o mujeres, tal y como los promueven y presentan en las campañas para convencer al electorado de apoyarlos con su voto. Pero ahora resulta que los partidos, bueno, al menos, algunos de ellos, pretenden deslindarse de toda responsabilidad en los casos en que sus candidatos seleccionados resulten verdaderos pájaros de cuenta, no obstante que ellos mismos hayan sido quienes los escogieron, los postularon y los promovieron.

Hace unos días, a los líderes del PAN, Ricardo Anaya, y del PRD, Agustín Basave, se les hizo fácil endosarle a la Procuraduría General de la República (PGR) y a la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional, la responsabilidad sobre el comportamiento de sus candidatos, al entregarle las listas de los aspirantes que proponen para contender en el próximo proceso electoral y pedirles que les informen “cualquier indicio de vínculos con el crimen organizado por parte de cualquier candidato…” como si ellos no supieran a quienes postulan o no tuvieran la obligación de conocer a quién le están dando su aval para cargos de alta responsabilidad.

Y es que los escándalos por la postulación de personajes vinculados con el crimen organizado, tanto por parte del partido del Sol Azteca, recordamos los casos del alcalde de Iguala, José Luis Abarca y del diputado que se esfumó, Leonel Godoy, como del  partido blanquiazul, con la diputada sinaloense, Lucero Sánchez, sin duda lastimaron la imagen de sus institutos, y ni que decir de la torpe y muy lenta reacción de sus dirigencias, cuando las evidencias advertían, con fundadas sospechas, un mal comportamiento de sus abanderados.

Resulta muy cómoda la postura de estos dirigentes al trasladar a otras instancias federales, una responsabilidad que a ellos les corresponde. Habría que preguntarles si no sería más sencillo, antes de seleccionar a sus candidatos, consultar a sus cuadros locales, pedirles información  sobre la trayectoria y comportamiento de los aspirantes, para saber qué tan confiables, capaces y recomendables son. Está claro, que sus presidentes distritales, sus comités municipales, sus delegados y demás miembros de la estructura partidista seguramente saben quién es quién en su localidad, por lo que serían los más indicados para proporcionar esta información.

Pero esto, que suena razonable y recomendable, no lo aplican porque no va con su estrategia de ganar a como dé lugar. Hay dos motivaciones que explican la ligereza en la postulación de sus candidatos: su obsesión por derrotar al partido en el poder y su desesperación por obtener posiciones políticas. Así que, no importa quiénes sean los candidatos ni sus antecedentes, si son competitivos y con ellos pueden ganar la contienda, y si en el camino resultan con vínculos delincuenciales, no importa, pues la responsabilidad no será de ellos, sino del Gobierno Federal por no habérselos informado antes.

Por supuesto que la respuesta de la PGR, a esta tramposa petición, fue negativa, señalándoles que entre sus atribuciones no se encuentra la de verificar los antecedentes, ni algún otro requisito de elegibilidad,  de los candidatos a puestos de elección popular. Así que a estos dirigentes, les convendría ser más meticulosos en la selección de sus aspirantes a cargos de elección popular y, sobre todo, preocuparse por evitar la postulación de candidatos incómodos. Más escándalos de esta naturaleza agudizará un sospechosismo que ya de por sí pesa sobre sus partidos.

Febrero 11 de 2016

 

 

 

Alianzas como tabla de salvación

In Partidos Políticos, Temas Centrales on 17 febrero, 2016 at 12:24 pm

Las alianzas políticas no deben sorprender a nadie. Constituyen un recurso legal, válido, conveniente y, las más de las veces, necesario para poder contender con mayores posibilidades de éxito, en un escenario de difícil competencia, porque, a fin de cuentas, la decisión de participar en alianza estaría fundada en la necesidad de fortalecer la posición para lograr un objetivo: alcanzar el poder.

Una alianza supondría el pacto entre grupos o partidos con ideas afines, pues de lo contrario, la falta de coincidencia complicaría la posibilidad de compartir el éxito del resultado, sobre todo en los casos de coaliciones electorales o para gobernar. Esto, claro está, bajo la ortodoxia de la teoría política que, ciertamente, no es lo que nos encontramos en el día a día de la práctica política a la mexicana.

En efecto, el pragmatismo, por llamar de alguna manera a lo que en realidad no son más que acciones desesperadas, recursos extremos  para evitar una debacle, ha llevado a formar coaliciones, como las del partido de la Revolución Democrática (PRD) con Acción Nacional (PAN) que alguien calificó de contra natura, porque estos institutos abanderan posiciones ideológicas opuestas, verdaderamente incompatibles, como son la regulación del aborto y la de la mariguana, el matrimonio entre personas del mismo género, la voluntad anticipada, la educación laica, por mencionar algunas.

Dos partidos, pues, ubicados en los extremos opuestos de la doctrina política, identificados como de derecha (PAN) y de izquierda (PRD) en base a una posición ideológica por cuyos principios lucharon sus fundadores para ampliar y enriquecer la oferta política, que ahora están dispuestos a revisar, como si los ideales que sirven de plataforma a sus partidos fueran susceptibles de negociación.

Lo anterior, al menos, es el caso del partido del Sol Azteca, cuyo líder, Agustín Basave, aprendió rápidamente las prácticas tribales de sobrevivencia y resultó más pragmático que teórico, a pesar de su formación académica.

El presidente del PRD encontró un desastre de partido, fracturado, desgastado y en riesgo de extinción, o casi. Las pugnas por el control del instituto, la amenaza seductora de Morena, los resultados decepcionantes de la elección federal pasada, la proximidad de una intensa jornada electoral y la inminencia de otra gran derrota electoral, lo tienen abrumado, sin tiempo para una reconversión del Sol Azteca, por otro lado, urgente y necesaria.

Así que, ante semejante panorama, Basave optó por una salida práctica para evitar el naufragio: buscar alianzas, pero con quien le garantice una sobrevivencia, al menos, decorosa, aunque éste sea su contraparte ideológica. Solo así podríamos entender que el líder del PRD, que no perredista, declare que, a fin de concretar una alianza con el PAN, está dispuesto a dejar de lado temas que han caracterizado la lucha de reivindicaciones de ese partido y a las que el blanquiazul se opone. Es el fin que justifica los medios. El privilegio de la negociación sobre todo.

No deja de llamar la atención, que el presidente del partido amarillo plantee como el objetivo de estas alianzas evitar que gane el PRI, más que buscar el triunfo. La diferencia está en que él sabe que las posibilidades de que el PRD alcance un triunfo, en alguna de las próximas doce elecciones para gobernador, son muy remotas y que, si bien, en alianza con el PAN pueden derrotar al PRI, los más probable es que sea Acción Nacional el verdadero ganador y el PRD se conforme con mantener su registro, pues a la hora de gobernar esa comparsa no participa, como ha sucedido históricamente en otras alianzas exitosas como las de Oaxaca, Puebla, Sinaloa, recientemente, y otras anteriores como en Chiapas, Tlaxcala y Nayarit.

Para cubrir el expediente, Basave declaró que el mandato que tiene es el de buscar alianzas con otros grupos de izquierda, nunca con el PRI y por excepción con otros partidos, y aquí es en donde entra Acción Nacional. La realidad es que su margen de acción con los otros partidos de izquierda es mínimo. El Partido del Trabajo está para que le ayuden no para ayudar, así que ha encontrado en el PRI una pequeña rendija que pretende aprovechar. Morena no quiere saber nada del PRD y Movimiento Ciudadano sigue deshojando margaritas, y se da a querer, además de que no lo convence el PRD.

Total que Basave está viendo, en las alianzas con el PAN, la tabla de salvación de su partido. A ver cómo resulta su estrategia, porque para colmo, el fuego amigo le está bombardeando sus coaliciones.

Enero 28 de 2016

 

 

 

 

Colima, PRI 1-0

In Partidos Políticos, Procesos Electorales, Temas Centrales on 17 febrero, 2016 at 12:20 pm

El domingo pasado arrancaron los procesos electorales del año con la elección extraordinaria para gobernador de Colima. De nueva cuenta se enfrentaron los mismos candidatos del PRI (en coalición con los partidos Verde Ecologista, Nueva Alianza y del Trabajo), Ignacio Peralta, y del PAN, Jorge Luis Preciado, que contendieran en la elección ordinaria del 7 de junio del año pasado y que fuera anulada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) el 22 de octubre pasado por irregularidades en el proceso. Concretamente, una intervención ilegal del gobierno estatal en favor del candidato priista, más parecida a una acción perversa de fuego amigo que a un torpe y burdo intento de ayudar al abanderado tricolor.

Y con los mismos contendientes, además de otros de relleno postulados por los partidos de la Revolución Democrática, Movimiento Ciudadano, Morena y Encuentro Social, cuya suma de votos con dificultad llegó al 15 por ciento de la votación total, el resultado volvió a favorecer al candidato del Revolucionario Institucional, con una votación casi igual a la obtenida en el proceso anulado.

En efecto, si en junio pasado Ignacio Peralta obtuvo 119,437 votos (42.72%), en esta ocasión recibió 118,772 (42.5%), de acuerdo a las primeras cifras proporcionadas por la autoridad electoral. Por su parte, Jorge Luis Preciado habría perdido poco más de 10 mil votos respecto de los resultados de su primera participación, pues mientras en la elección anulada alcanzó 118,934 (39.03%), ahora se quedó en 108,604 (39.2%). Y esos 10 mil votos que le faltaron, fueron, precisamente, la diferencia por la que le ganó el candidato tricolor.

Un proceso con incidentes que a nadie sorprendió, porque el robo, quema de boletas y casillas violentadas, principalmente en Tecomán y Manzanillo, resultaron poco comparado con la guerra de lodo que caracterizó la campaña de ambos candidatos, en la que se dijeron de todo y se acusaron de lo peor. Cero programas, planes o propuestas, sólo descalificaciones, en una estrategia cuyo objetivo se centró en mostrar lo peor del contrario para convencer al electorado, no por quién votar, sino por quién no hacerlo, ejercicio en el que, por lo visto, Ignacio Peralta resultó más eficiente.

Qué difícil resulta para nuestros políticos reconocer su derrota. No hay manera de que el perdedor acepte el triunfo del contrario, simple y llanamente, porque siempre alegará anomalías y a éstas atribuirá su derrota. No hay mérito en el opositor, solo trampas y artimañas.

Un ejemplo: Jorge Luis Preciado, decidió no impugnar el triunfo del Ignacio Peralta, pero eso sí, no lo dejó ir limpio, pues, según él , el proceso estuvo lleno de inconsistencias importantes y con elementos para anular la elección, ya que enfrentó una elección de estado, con intervención del Gobierno Federal, de los secretarios de Estado y de la estructura policial, con uso de recursos públicos para la compra de votos y una estrategia que, mediante el factor miedo y temor, disminuyó la participación de la sociedad, alegaría como queja.

Esto es, según lo declarado por el candidato panista, aunque tenía elementos de sobra para reclamar una vez más la anulación, en esta ocasión se las perdonó.  La realidad es que, muy a su pesar, tuvo que aceptar lo que simplemente sucedió, que el voto no lo favoreció.

Concluyó una elección más para gobernador de Colima, comicios que han resultado ser muy accidentados en esta entidad. Y es que, en menos de 15 años se han anulado dos elecciones para gobernador y celebrado tres procesos electorales extraordinarios. Además, en diez años han fallecido, un gobernador en funciones, en un accidente aéreo, no aclarado, en 2005 y un ex gobernador, asesinado al año de concluir su mandato en 2010. Un tercer ex gobernador sobrevivió a un atentado criminal el año pasado y un sobrino suyo, sospechoso de ser el autor intelectual del crimen del ex gobernador, fue asesinado en los primeros días de este año. Vaya racha que esperemos ya termine.

Enero 21 de 2016

LOS MOTIVOS DEL PEJE

In Partidos Políticos, Política, Temas Centrales on 16 febrero, 2016 at 12:42 pm

Dice el dicho popular que a la ocasión la pintan calva, con lo que se quiere significar que no hay que dejar pasar las oportunidades cuando se presentan. Una buena recomendación, en términos generales, ante el riesgo de que segundas oportunidades no se repitan y se pierda la ocasión. Sí bien, reconocer las oportunidades no siempre resulta sencillo y saber aprovecharlas, tampoco, hacerlo puede cambiar la vida de una persona, en sentido positivo.

Existe, sin embargo, una línea muy delgada entre lo que es una oportunidad, definida como algo oportuno, favorable, apropiado, que  es válido aprovechar siempre que se pueda, y el oportunismo, que vendría siendo su deformación y que el diccionario Larousse define como “actitud política de los que sacrifican los principios para adaptarse a las circunstancias del momento”. Lo que no resulta tan recomendable ni positivo.

Por supuesto que quien actúa con oportunismo, ajusta el principio del mencionado refrán a su comportamiento, distorsionando su sentido, porque más que encontrarse con una oportunidad y aprovecharla, adaptan las circunstancias a su beneficio para sacar algún provecho. Una diferencia aparentemente sutil, pero tajante.

Un buen ejemplo de oportunismo, es el que mostró el líder moral y fundador del partido Morena, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en su fugaz viaje a Europa, hace unos días, para asistir a la audiencia pública que acostumbra dar los miércoles el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, y entregarle una “medallita,” como el mismo lo declaró, y una carta.

Hasta ahí, no habría mayor comentario, salvo que el mismo ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal quiso dejar muy claro cuál había sido la intención de este viaje. Ni razones espirituales ni religiosas, simple y sencillamente de lo que se trató fue de llevar agua a su molino. Hay que recordar que este personaje anda en campaña permanente desde hace más de 15 años.

La audacia del tabasqueño no tiene límites y menos aún su obsesión por la silla presidencial, así que una vez que El Vaticano anunció la próxima visita del Santo Pontífice a nuestro país, de inmediato diseñó una estrategia para aprovechar esta circunstancia en beneficio de su proyecto político.

Pensar en una entrevista con el Papa, durante su estancia en México, resultaría casi imposible. Las visitas son cortas, la agenda es muy cargada, las audiencias privadas son pocas y selectivas y las solicitudes muy numerosas. La posibilidad para saludarlo aquí era muy remota, así que buscó adelantarse y manejar una versión del saludo muy a su conveniencia, además de dejarle una misiva con contenidos de su propaganda política.

El objetivo de AMLO estaba más en la forma que en el fondo de su saludo. Entregarle una medalla religiosa, obligó al Papa a acercarse para recibirla en propia mano, ni modo de no hacerlo viniendo de un ciudadano del país que visitaría en breve. Con esto, logró las fotos que requería para darle el carácter personal a su odisea papal, mismas que se encargó de difundir en su blog de Facebook, con buen impacto mediático, que es lo que, a fin de cuentas, le interesaba.

La medalla y la carta sólo fueron el pretexto para dar constancia de su presencia. Claro está, que si esa carta logra despertarle al Papa su curiosidad sobre el entorno político de México, qué mejor, aunque habría que agregar que la política que se maneja en El Vaticano es de grandes ligas, y quién sabe qué les haya parecido la audacia lopezobradorista.

Para terminar con este tema, no me queda claro si las prerrogativas que reciben los partidos políticos pueden aplicarse, a discreción y sin limitaciones, para pagar viajes de carácter personal al extranjero, como lo fue la visita de AMLO al Vaticano, pues a decir del tabasqueño, su partido Morena cubrió todos sus gastos, ya que “le fue muy bien” y está recibiendo cerca de 200 millones de pesos del Instituto Nacional Electoral. El detalle es que ese dinero no es propio del patrimonio de la autoridad electoral, sino de todos los mexicanos y, es de suponer, que está etiquetado para fines específicos.

Creo que con esta declaración, el multicandidato presidencial se metió en camisa de once varas.

Octubre 22 de 2015

 

 

 

 

 

 

Nuevos Partidos Políticos

In Partidos Políticos on 16 octubre, 2013 at 10:15 am

La generosidad de la legislación electoral, abre la posibilidad para que nuestro escenario político se vea enriquecido, de tiempo en tiempo, con el registro de nuevos partidos, lo que, supuestamente, fortalece nuestra vida democrática. El silogismo es, a mayor número de partidos políticos activos, mejor y más amplia la representatividad política de los diversos sectores que conforman la población nacional. En lo personal, más que un razonamiento lógico, lo veo como un sofisma, sobre todo atendiendo a nuestra experiencia histórica. Y sobran los ejemplos.

El Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), establece que en el mes de enero del año siguiente a la elección presidencial, las organizaciones que aspiren a constituir un nuevo partido político lo notifiquen al Instituto Federal Electoral (IFE), y cumplan con ciertos requisitos para obtener su registro, entre los que se cuentan la celebración de una asamblea estatal, con la participación de 3 mil personas afiliadas, en por lo menos 20 entidades del país, o bien, la realización de asambleas, en un mínimo de 200 distritos electorales uninominales, con 300 afiliados por distrito.

La ley es más que obsequiosa con quienes desean constituir nuevas organizaciones políticas, pues sobre un padrón electoral de poco más de 84 millones de ciudadanos, sólo exige una asistencia de 60 mil afiliados a sus asambleas, a nivel nacional, además de acreditar una militancia mínima del 0.26 por ciento sobre el padrón electoral de la última elección federal. Esto es, alrededor de 220 mil ciudadanos.

El secreto está en que, si bien el número total de afiliados requerido es reducido, exigir un mínimo de participantes en varias entidades, plantea una circunstancia no tan fácil de cumplir, obligando a los interesados a acreditar una cierta representatividad en la mayor parte del país y evitar así, los casos de organizaciones de influencia limitada a una región.

De acuerdo con información del IFE, del 7 al 31 de enero pasado, 50 agrupaciones le notificaron su intención de convertirse en partidos políticos. Un número considerable que, para fortuna de nuestro sistema político electoral, seguramente, quedará reducido a dos o tres con posibilidades reales, pues la mayoría tendrá dificultad para cumplir con los requisitos de ley. Y es que abundan quienes sólo ven en esto una oportunidad para medrar con los recursos públicos.

Un ejemplo de esto lo fue el tristemente célebre Partido de la Sociedad Nacionalista (PSN), que logró su registro sin más mérito que la audacia de su promotor. Este partido familiar, de efímera existencia (1998-2003), fue utilizado como instrumento para hacer negocios y para que su fundador, Gustavo Riojas, su esposa y su hermana ingresaran al Congreso como diputados, en la elección federal de 2000. Al final, el PSN desapareció dejando varios pendientes: la rendición de cuentas del destino de los recursos recibidos como prerrogativas, ¡cerca de 450 millones de pesos!; el pago de una multa de 100 millones, por malversación de fondos, y la ejecución de una orden de aprehensión en contra de su fundador.

Pero volviendo al tema de las solicitudes de registro de nuevos partidos políticos. Entre las agrupaciones interesadas está la de Andrés Manuel López Obrador, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que, por cierto, en su fase inicial sufrió tropiezos al no poder reunir en dos estados, Hidalgo y Zacatecas, el mínimo de afiliados requeridos por la ley.

Estas fallas no significan, sin embargo, que el ex Jefe de Gobierno del D. F. vaya a fracasar en su propósito de obtener su registro, aunque si constituye una llamada de atención para sus operadores políticos a no confiarse, pues su posicionamiento ya no es el mismo de hace unos años, por lo que ahora deberán esforzarse más para sumar militancia.

Otro aspirante es el Partido de la Concertación Mexicana, que promueve el ex presidente del PAN, Manuel Espino, quien fuera expulsado de ese partido por serias e irreconciliables diferencias con el entonces Presidente Felipe Calderón. Este personaje conformó un extraño coctel ideológico con los ex perredistas Víctor Hugo Círigo, René Arce y Ramón Sosamontes del Movimiento Izquierda Alternativa.

De acuerdo a declaraciones de Manuel Espino, esta organización cuenta con un millón de adherentes, y con representación en 270 de los 300 distritos electorales del país, aunque  recientes noticias indican que esta alianza, de derecha con la izquierda, podría estarse fracturando, lo que pondría en riesgo el futuro de este proyecto político, pese al optimismo de su fundador.

En la larga lista de aspirantes, aparecen viejas organizaciones ya conocidas. Partidos como el Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) y el Socialista de México (PST). El primero existió de 1954 a 2000 y fue fundado por un grupo de veteranos de la revolución mexicana encabezados por los generales Jacinto B Treviño y Juan Barragán, en tiempos y con el apoyo del Presidente Adolfo Ruiz Cortines.

Este partido perdió su registro en 1994, lo recuperó en 1999 para perderlo de nueva cuenta en 2000, al no alcanzar el mínimo de votación requerido por la ley. Habrá que ser muy aventurado para apostar, en esta ocasión, a favor de un nuevo retorno del PARM a la vida política institucional.

El Socialista de México, tiene su antecedente en el Partido Socialista de los Trabajadores, fundado por Rafael Aguilar Talamantes, el mismo personaje que ahora lo quiere resucitar. Esta organización obtuvo su registro en1979. Ocho años después, en 1987, cambiaría su nombre por el de Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, perdiendo su registro en 1994. La historia no recuerda grandes aportaciones de este partido a la vida política nacional. Por el contrario, en los 90, su fundador, enfrentó denuncias por invadir predios y conjuntos habitacionales. Así que no habría mucho que lamentar en caso de que, su nuevo intento, resultara infructuoso.

Mi comentario tal vez suene muy pesimista, pero dados los antecedentes, pienso que nuestros problemas políticos no se resolverán con más partidos y que, con los existentes, tenemos más que suficiente. Los nuevos partidos, salvo alguna excepción, han tenido una vida efímera, y lejos de aportar, se han caracterizado por aprovechar las prerrogativas y desaparecer, con más pena que gloria. Un buen negocio a costa del erario, y nada más.

Octubre 16 de 2013.

¿Quién financia los plantones?

In Manifestaciones, Partidos Políticos on 28 agosto, 2013 at 12:39 pm

Resulta inevitable hablar de los más recientes, que no últimos, para desgracia de los habitantes de la capital del país, plantones, bloqueos, marchas y agresiones perpetradas por los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), para expresar su inconformidad con la reforma educativa, sus leyes secundarias y lo que venga. Porque según la propia declaración de algunos maestros, también están dispuestos a defender al país en contra de la reforma energética, lo que abre el abanico de los objetivos de su movimiento, y lleva a pensar en la existencia de otros intereses, que están más allá de cualquier reforma.

Conforme a su muy particular manera de interpretar el derecho a la libertad de expresión, los “maestros” del CNTE, manifestaron, una vez más, su rechazo a cualquier intento por modificar las condiciones en las que desempeñan su trabajo, a alterar el estado de confort en que viven algunos docentes, que les permite traficar y heredar plazas, cobrar sin trabajar, dedicarse a hacer política en vez de a la enseñanza, realizar paros y movilizaciones callejeras, suspender clases con cualquier motivo, reprobar evaluaciones sin consecuencias, y otras mil y un lindezas que se reflejan en un muy penoso nivel de la enseñanza pública en nuestro país.

La Coordinadora se ha distinguido por su cada vez mayor belicosidad, su resistencia al diálogo y su negativa a cualquier negociación que no se materialice en ventajas para su gremio y otros beneficios para sus líderes. Así, han doblado, durante muchos años, a varios gobiernos en los estados en donde ese sindicato representa a la mayoría magisterial. Coincidentemente son las entidades en donde el nivel del sistema educativo es más bajo, y en donde la demanda de buenos maestros, capacitados, responsables y comprometidos es más urgente.

Cayendo en el sospechosismo, algo huele mal en la actual movilización magisterial que parece querer poner a prueba a la autoridad con provocaciones extremas. Y es que, a principios de este mes, precisamente en una reunión de maestros de la CNTE, en el Club de periodistas, y en el marco de la llamada “Proclama para el rescate de la Nación”, se habló de un programa de manifestaciones a partir del 31 de agosto, y durante el mes de septiembre.

Las demostraciones tendrían como tema principal la defensa del patrimonio petrolero, aunque, según lo expresado por uno de los coordinadores de la Proclama, también se estaría considerando “la lucha en contra de la privatización de la educación pública,… (en) contra (de) los megaproyectos de explotación minera, además de perfilar dentro de este frente, la lucha en apoyo al SME y su propuesta de reforma energética”.

Esto es, toda una miscelánea de pretextos para salir a la calle y justificar sus violentas formas de expresión en contra de cualquier propuesta de cambio.

En aquella reunión, se habló de la participación, en estas movilizaciones, de la CNTE, del Sindicato Mexicano de Electricistas, de lo que queda del movimiento “# yo soy 132”, además de diversas organizaciones campesinas y de la sociedad civil. Conforme al calendario expuesto, las manifestaciones iniciarían con una marcha masiva en defensa del petróleo, el 31 de agosto. El primero de septiembre se realizaría “una jornada nacional de actos en plazas públicas, para tocar el tema del petróleo y emitir un posicionamiento frente a la política de Peña Nieto”.

El 12 de septiembre continuarían con las movilizaciones en contra de la reforma energética y «por el derecho humano a la energía y la tarifa social”, y al siguiente día, con manifestaciones para recordar el sacrificio de los niños héroes durante la invasión estadounidense.

Al parecer, la convocatoria para un período extraordinario de sesiones del Congreso para debatir y, en su caso, aprobar las leyes secundarias de la reforma educativa, entre otros temas, obligó a los mentores a alterar las fechas y el orden de los temas de rechazo. Bajo esta hipótesis, habrían anticipado sus demostraciones en contra de la reforma educativa y sus leyes reglamentarias. Ya después les tocará su turno a la reforma energética y a los otros temas considerados en su programa de reclamos.  Así que no nos llame la atención que, los docentes y otros contingentes más, se mantengan en permanente plantón, ocupando calles y plazas públicas en abierto desafío a la autoridad.

Algo importante que no podemos olvidar en este calendario de manifestaciones, es la que el líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, anunció para el 8 de septiembre, también en defensa del petróleo, con lo que se cierra la pinza de manifestantes en contra de la reforma energética y quedan listos para lo que convenga.

Se trata de defender nuestra riqueza petrolera. Eso dicen, aunque yo más bien creo, que el objetivo es más político que otra cosa, y que de lo que se trata es de ponerle todas las piedras posibles en el camino al gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, aunque, con esto, se ponga en jaque al país.

A todo esto, habría que preguntar ¿quién paga todos los gastos de estas movilizaciones? ¿De dónde sale el dinero para el transporte y la alimentación de los miles de manifestantes, para el alquiler de autobuses, de las tiendas de campaña, etc. Porque todo esto cuesta, y mucho dinero. Quizás por ahí se podría develar el secreto de la verdadera intención de estos autonombrados salvadores de la patria y tal vez, hasta descubrir la mano que mece la cuna.

Agosto 28 de 2013

La reforma energética

In Partidos Políticos on 21 agosto, 2013 at 12:28 pm

La propuesta de reforma energética presentada por el ejecutivo federal, pegó justo en el blanco. Y es que, no bien se había hecho el anuncio, cuando ya había reacciones en contra del proyecto, aun sin mucho conocimiento de su contenido, en una lógica de oposición a rajatabla.

En efecto, si para unos la iniciativa presidencial “se quedó corta, en los mínimos”, según declaraciones del presidente del blanquiazul, Gustavo Madero, que consideró el proyecto hecho a la defensiva, otros la vieron exactamente al revés, tachándola del “robo del siglo,” atentatoria contra el país y para beneficio de una pequeña minoría, de acuerdo con la interpretación del líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador.

El tema de los hidrocarburos de la Nación es sensible y polémico, y da para todo. Es un buen pretexto para que algunos personajes se envuelvan en la bandera nacional y se lancen en contra de quien se atreva a proponer algún cambio al marco regulatorio del petróleo, aún y cuando, paradójicamente, coincidan en la necesidad de revisar el manejo de esta industria. Porque, además de todo, el tema resulta ser muy rentable, políticamente.

Y es que, en esta materia, la razón política se impone sobre los intereses de la nación, y qué mejor ejemplo, que las contradictorias interpretaciones y los calificativos aplicados a la propuesta del ejecutivo federal, que lo mismo la ven insuficiente y tibia, o como una auténtica traición a la patria, según sea la posición política del declarante.

Decimos que la reforma que propone el primer mandatario pegó en el blanco, porque había que encontrar el justo medio con un planteamiento que invitara al diálogo, evitara la polarización de enfoques, de ser posible, y permitiera sentar a la mesa de discusión a los representantes de las diferentes fuerzas políticas, para dar paso al análisis de sus proyectos de reforma, en un marco institucional.

Por lo pronto, los dos partidos de oposición mayoritarios, PAN y PRD, y el gobierno han presentado ya sus propuestas de reforma energética, con la coincidencia los tres, sobre la necesidad de hacer ajustes en nuestra industria petrolera, aunque con diferencias en cuanto al cómo y hasta dónde.

Las posiciones de Acción Nacional y del Sol Azteca se van a extremos opuestos. En medio podríamos colocar a la del gobierno federal. Quizás para algunos, esto sea una muestra de debilidad del proyecto del ejecutivo, pero habría que reconocer que nuestro nacionalismo petrolero, hace políticamente imposible cualquier intento de cirugía mayor en este terreno, por lo que el margen de maniobra es realmente reducido. Encontrar ese punto que permita lograr los cambios sin generar un linchamiento mediático y callejero, no es sencillo, y son varios los ejemplos de intentos fallidos, así que la experiencia recomendaba ser pragmático y realista en este tema.

La campaña en contra de la reforma del gobierno ya estaba en su apogeo desde antes de que se diera a conocer y, por supuesto, el fundador de Morena y sus seguidores, ya la habían condenado, tachándola de privatizadora. Y es que el mito de la privatización de nuestros hidrocarburos, resulta un tema muy efectivo y de impacto en el discurso político, así como las referencias al nacionalismo del general Lázaro Cárdenas.

Por ello, a muchos no les gustó que, para sustentar su proyecto de reforma, el Presidente Peña Nieto hubiera acudido al texto original del artículo 27 constitucional propuesto, precisamente, por el general Lázaro Cárdenas. Una buena estrategia del ejecutivo que les arrebató argumentos a sus opositores, y que, por lo menos, los obliga a entrar a la discusión.

Se vienen largas y difíciles jornadas en las que, esperemos, se puedan alcanzar los acuerdos necesarios para que la reforma energética se convierta en realidad. El país la necesita. El tema demanda seriedad en la discusión y análisis de fondo, y dejarse de discursos populistas y descalificativos sin argumentos, que sólo conducen a la división y al enfrentamiento.

Se dice que hay más posibilidades de lograr consensos entre el gobierno y el PAN, y que las bancadas de este partido y del PRI en el congreso, sumarían los votos suficientes para lograr la aprobación de la reforma. Quizás, pero lo ideal sería que el PRD  no se marginara y se pudiera conseguir una reforma en donde las tres principales fuerzas políticas estuvieran de acuerdo. Porque, podemos adelantar, que una parte de la izquierda, con Morena y su fundador por delante, harán todo lo posible por boicotear cualquier consenso, porque lo suyo no es el diálogo, la discusión ni el análisis, sino el rechazo y la cerrazón, los plantones y las manifestaciones. Al fin de cuentas, lo suyo es la calle.

Agosto 21 de 2013

Nuevos estatutos y más enfrentamientos

In Partidos Políticos on 14 agosto, 2013 at 12:33 pm

Terminó el impasse de la XVll Asamblea Nacional Extraordinaria del Partido Acción Nacional y, con ello, su presidente, Gustavo Madero, consiguió la aprobación, entre gritos y sombrerazos, de los ajustes estatutarios que consideró convenientes para su partido, en su nueva circunstancia, ahora en la oposición.

Y es que, cuando en el mes de marzo pasado, durante la celebración de esta XVll Asamblea Extraordinaria, en la que se analizaban cambios a 130 artículos de sus estatutos, el líder panista propuso otorgar a la base militante de su partido la facultad para elegir a sus dirigentes, quitándole este derecho al Consejo Nacional, de inmediato hubo una reacción en contra, por parte de prominentes panistas.

En aquella ocasión, el retiro de 14 delegaciones de 28 asistentes  rompió el quorum de la Asamblea, por lo que se tuvo que decretar la suspensión de los trabajos, cuando apenas se habían aprobado menos de la mitad de los artículos en análisis, y convocar a una nueva fecha, en la que se continuarían revisando los estatutos del partido, lo que, finalmente, sucedió el pasado sábado.

La polémica reforma, que alegaba la necesaria democratización de la elección de los dirigentes como su mejor argumento, llevaba jiribilla, pues en el fondo lo que buscaba Madero era quitarle a un pequeño grupo de notables la facultad para elegir al presidente y al secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, con lo que perderían el control del partido, y muchas otras cosas más.

La sensibilidad del panismo, después del naufragio electoral presidencial, y tras una campaña electoral plagada de golpes bajos, desencuentros, y no pocos errores involuntarios, algunos y otros provocados, estaba a flor de piel, y las fracturas internas se veían venir. Así que la lucha por el control de lo que quedaba del partido, entre dos grupos, no se hizo esperar. Por una parte, el grupo del presidente del partido, Gustavo Madero, y por la otra, el grupo identificado con el expresidente Felipe Calderón. La ex candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, ajena a ambos grupos, habría optado por hacer mutis, mantener con ellos una sana distancia, y esperar tiempos mejores.

Los desencuentros entre el líder Gustavo Madero y el senador Ernesto Cordero, identificado con el expresidente Calderón, son historia conocida, lo mismo que sus razones y sus propósitos. Este  enfrentamiento llevó al PAN a una crisis de pronóstico reservado. Aunque en momentos parece que las aguas se aquietan, gracias  a algunas negociaciones logradas en la sombrita.

Por lo pronto, el conflicto en la bancada de los senadores panistas se suaviza. Si bien, las partes en conflicto tendrán que resignarse a vivir con los golpes recibidos. El senador Cordero, sin la coordinación de su bancada, de la que fuera destituido por el presidente de su partido, aunque conservando el reconocimiento de sus pares y con un cierto liderazgo de facto. El senador, Jorge Luis Preciado, lo releva en el cargo, pero con una coordinación débil, y disminuida en funciones y facultades por las reformas estatutarias promovidas por el grupo de su antecesor.

La reanudación de la XVll Asamblea que amenazaba con una nueva tormenta entre los dos grupos, no decepcionó. Los gritos, empujones y conatos de riña, durante la votación de la propuesta de reformas, irónicamente denominada Proyecto de Estatutos Armonizados, revelaron que los intentos de conciliación entre estos grupos han resultado infructuosos.

Algo se negoció en el camino, sin embargo, y la cereza de estas reformas, la que le daba a la militancia la facultad para designar a los dirigentes del partido, se aprobó, pero un tanto descafeinada. Porque con la creación de la Comisión Permanente que asume algunas de las facultades del CEN, la cúpula del partido mantiene importantes funciones como la designación de candidatos, la decisión sobre alianzas electorales y la definición de la agenda política y la legislativa.

Con la presencia de 27 de 32 delegaciones y la participación de casi 5 mil delegados, se acordaron varios cambios a los estatutos de ese partido. Se crea, como ya lo mencionamos, la Comisión Permanente, integrada por 60 personas entre coordinadores parlamentarios, ex presidentes nacionales, jefes estatales y, en su caso, el Presidente y gobernadores del PAN, además de algunas designaciones del líder del partido y del Consejo Nacional. El Consejo Nacional ahora será electo por los militantes y no por la Asamblea Nacional. Se elimina la figura de adherentes, dejando únicamente la de militantes y simpatizantes, y desaparece la Comisión Nacional de Elecciones, entre otras reformas.

Habría que reconocerle a Gustavo Madero que, a pesar de las presiones internas y de sus vaivenes políticos, se sostiene al frente del PAN, hasta con aspiraciones, según su propio dicho, de repetir en el cargo. Si bien, no queda claro, todavía, cuál será el costo político de la aprobación de estas reformas sin ver, oír ni atender las voces de inconformidad y denuncias de fraude alegadas durante la agitada asamblea.

Pero sus preocupaciones no terminan. Ahora en la Cámara de Diputados se avecina otra disputa por una posición, con el grupo que lo asedia. Conforme al reglamento de la llamada cámara baja, corresponde al partido blanquiazul la presidencia de la Mesa Directiva durante el segundo año de la actual legislatura. Esto es, a partir del próximo primero de septiembre. Para el cargo, cada grupo tiene ya a su propio candidato: el presidente Madero promueve al diputado Ricardo Anaya Cortés, mientras que del lado de los afines al expresidente Calderón, el apoyo es para la legisladora Eufrosina Cruz Mendoza.

No tardará mucho en detonar esta nueva bomba parlamentaria, que habrá de poner a prueba, una vez más, las habilidades políticas del líder panista, que ahora más que nunca, está obligado a resolver sin dejar damnificados. O sea, de una mejor manera que como resolviera su problema en el Senado, pues un nuevo choque de fuerzas no sólo lo debilitará a él, sino que perjudicará, aún más, a su partido.

Agosto14 de 2013

Las oposiciones y su papel

In Partidos Políticos on 7 agosto, 2013 at 12:31 pm

Difícil definir el papel y la responsabilidad de las oposiciones en regímenes democráticos. ¿Cómo debe ser el desempeño de los partidos de oposición? ¿Deberán siempre disentir y rechazar toda propuesta, programa o plan que el gobierno proponga? ¿Será válido que, en casos de coincidencia de propósitos, se puedan sumar a las políticas gubernamentales, sin que esto signifique poner en riesgo su esencia opositora? Negociar con la autoridad, ¿significa abdicar a su posición? Qué intereses deben guiar sus acciones, los de la Nación a la que deben servir o los de sus principios como fuerza de oposición.

La reflexión viene al caso por la encrucijada en la que parecen  encontrarse los dos partidos políticos mayoritarios de oposición, PAN y PRD, sus dirigentes, militantes y otras figuras distinguidas, con motivo de la suscripción del Pacto por México. Un acuerdo que permitió, en principio, superar las diferencias entre las principales fuerzas políticas de nuestro país, tradicionalmente enfrentadas. En ocasiones, de manera irracional.

Y es que, habría que reconocer el sigiloso y fino trabajo político realizado, durante los meses posteriores a la fecha de la elección, por parte del Presidente electo y sus operadores, con los personajes claves de las oposiciones para lograr sentar, en la misma mesa, a la representación de quienes, apenas, unos pocos meses antes, habían estado enfrascados en una ruda lucha electoral.

El Pacto evitó que México se hundiera en un marasmo, por conflictos postelectorales, y que la mirada se enfocara hacia adelante, para buscar acuerdos sobre medidas benéficas para el país. Así, a diferencia de las dos últimas sucesiones presidenciales, en las que sufrimos meses de enfrentamientos, manifestaciones, denuncias y  reclamos estériles, antes y después de la toma de posesión del Jefe del Ejecutivo, en esta ocasión, el inicio de la nueva administración mostraba una imagen diferente, a pesar de los esfuerzos orquestados para desacreditarla.

Los dirigentes del PAN, Gustavo Madero, y del PRD, Jesús Zambrano, sin perder postura ni desconocer su carácter de oposición, encontraron en el Pacto una oportunidad para analizar y discutir con el Gobierno y su partido, el PRI, temas fundamentales para el desarrollo económico, social y político del país, así como para formular propuestas de solución a problemas nacionales. El foro resultaba útil, oportuno y adecuado para llevar en su seno ese diálogo indispensable para lograr acuerdos y poner fin al largo estancamiento que ha padecido nuestra Nación, debido, precisamente, a diferencias políticas. A una lucha desconsiderada por el poder.

Pero resultó que el éxito de este acuerdo, no convenía, de ninguna manera, al futuro político de algunos inquietos personajes, muy preocupados ya, desde ahora, por el 2018. Por lo que procedieron  maniobrar en contra de la operación de este mecanismo de concertación, censurando la participación de los dirigentes panista y perredista, calificándolos de sumisos y entreguistas. Pues, el fenómeno se dio, de igual manera, en los dos partidos. Y a partir de esto, y con la intención de no perder imagen ante su militancia, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, comenzaron a jugarle las contras al instrumento que ellos mismos suscribieron voluntariamente.

Ante las presiones internas en el seno de estas dos fuerzas políticas, originadas, más por la lucha por el control del partido, que por una actitud de responsabilidad con el desarrollo del país, los propios dirigentes no han dudado en poner en riesgo al propio Pacto, con tal de mantenerse en el cargo, por el poco tiempo que les queda.

El Acuerdo, ciertamente afectó el protagonismo de algunos grupos que, al sentirse excluidos en la aportación de fórmulas para desatorar al país, de inmediato procedieron a presionar para sacar de este foro los acuerdos para otras reformas de ley. Esto explica las amenazas y chantajes en contra del Acuerdo Nacional , que no son otra cosa que una estrategia para restarle importancia como mesa de acuerdos, y borrarlo del escenario político, pues al estar identificado con el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, sus éxitos se los endosan a su administración y, esto, les resulta políticamente inconveniente.

Todo país debe contar con una oposición fuerte y sólida. Es fundamental para mantener los equilibrios del poder, pero no creo que la función de la oposición sea oponerse a toda medida que provenga del gobierno, todo el tiempo, sin considerar si son o no benéficas para el país. Si las propuestas son positivas y contribuyen al desarrollo de la Nación, la suma de esfuerzos del gobierno con las oposiciones constituye la única fórmula para el despegue, pues la contribución de todos es fundamental. Lo contrario, el enfrentamiento permanente, sólo lleva al estancamiento. Eso ya lo vivimos.

Por eso llama la atención que después de todos estos años de desencuentros, que afectaron la evolución del país, haya quien siga encontrando en el rechazo y la negación su plataforma política. Recientemente, el líder moral del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena,  Andrés Manuel López Obrador, expuso lo que considera que debe ser el papel de una oposición.

Él afirma que se negó a firmar el Pacto “porque México necesita de oposición” y cuando a todos los cooptan ya no se tiene ninguna esperanza. Para López Obrador, no importan los contenidos ni los propósitos, ni menos sentarse a discutir problemas y propuestas. Hay que estar en contra como razón de ser, aunque eso paralice al país, porque la única vía posible es su propuesta.

Esta es la clase de oposición que no necesita ningún país, pues lejos de aportar, constituye un muro de contención que impide el ejercicio de gobierno. Negada al diálogo y menos a la negociación, que para ellos es sinónimo de entreguismo, parte del supuesto que su misión es llevar la contraria. Y con esa consigna enfrentará todas las reformas que proponga el gobierno. En particular la energética, en contra de la cual ya se frota las manos.

Agosto 7 de 2013.

La corrupción y los compromisos

In Partidos Políticos on 31 julio, 2013 at 12:26 pm

Difícil la tiene el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, ante la ola de denuncias que se han presentado por actos de corrupción en varias delegaciones de la capital. En particular, tres son las delegaciones en donde el escándalo por las extorsiones cometidas por funcionarios capitalinos ha llegado al grado de obligar a los malos servidores públicos a renunciar a sus cargos.

Habría que decir, no obstante, que esos casos de renuncias han sido la excepción, pues la regla es que, a pesar de las acusaciones formuladas, los actores continúen, inexplicablemente, en sus puestos, dando lugar a que nuestra imaginación vuele a cualquier nivel de sospechosismo, ante tal impunidad.

De los casos en donde se llega a sancionar a los acusados, ni hablar, ya que si los ceses son excepcionales, los de los que son llevados a juicio para aplicarles la ley, son todavía más escasos. Y es que las redes de protección que los envuelven, son tan efectivas y poderosas que resulta muy difícil la eliminación de los funcionarios corruptos.

Las delegaciones de Coyoacán, Tlalpan y Cuauhtémoc, son las tres demarcaciones que en las últimas semanas han ocupado la atención de los medios, y no precisamente por el buen desempeño de sus autoridades. En cada una de estas regiones, las denuncias ciudadanas y el seguimiento mediático, han obligado, en algunos casos más que en otros, a que por lo menos se abra una investigación sobre los hechos denunciados.

Curiosamente en estas tres delegaciones los funcionarios que las encabezan pertenecen a la misma corriente perredista, la Izquierda Democrática Nacional (IDN), cuyo líder es el profesor René Bejarano, de triste memoria, ahora ya plenamente rehabilitado. Por los servicios prestados, sus antecedentes y por las redes sociales que controla en esta ciudad, este personaje se ha convertido en factor incómodo, pero indispensable en tiempos electorales, para el Partido de la Revolución Democrática, pero quizás más para quienes aspiran al poder en la capital del país, pues es sabido que el profesor Bejarano presta sus servicios a quien mejor le conviene, en un determinado momento.

En el caso de la pasada elección para Jefe de Gobierno de esta ciudad, desde la elección interna para el candidato del PRD, el profesor Bejarano consideró que Miguel Ángel Mancera resultaba ser un prospecto exitoso, frente a los aspirantes perredistas que no parecían poder superar a la candidata postulada por el PRI, Beatriz Paredes.

Así que, no obstante que el precandidato Mancera no pertenecía a ninguna corriente del PRD, René Bejarano apostó al triunfo del ex procurador capitalino, previos acuerdos sobre algunas posiciones en el gobierno para miembros de su corriente, la IDN, en el caso de triunfar en la elección.

Y aquí es en donde se unen las dos historias que dan tema al comentario que nos ocupa. Por el sistema de cuotas, que constituye una práctica común en la política, el que gana una elección conviene con quienes han contribuido a su triunfo, la asignación de algunas posiciones. Puestos de mando en los que colocan a la gente de sus grupos.

Esta práctica no tendría nada de excepcional, si quienes ocupan esas posiciones tuvieran la capacidad y preparación para el buen desempeño de los cargos públicos. El problema está en que no siempre, quienes llegan a los puestos, son los idóneos para ejercerlos, pero peor aún, cuando se trata de sujetos que ven en esto una oportunidad para resolver su presente y su futuro económico.

Maricela Contreras, Mauricio Toledo y Alejandro Fernández son los delegados de Tlalpan, Coyoacán y Cuauhtémoc, respectivamente, que resultaron beneficiados con esas negociaciones políticas y que no parecen haber protestado cumplir con la Constitución y con las obligaciones derivadas del cargo que asumieron, porque a pesar de haberse acreditado los actos de extorsión cometidos por sus colaboradores, su resistencia para someterlos a investigación es inexplicable.

En el caso de la delegación de Tlalpan, finalmente el Director Jurídico  tuvo que renunciar ante la evidencia de los cargos presentados por restauranteros a quienes se les exigía una cuota mensual para poder continuar trabajando, so pena de clausurar sus establecimientos en caso de no acceder a los pagos. En Coyoacán, también los malos funcionarios exigían pagos a un empresario para poder autorizarle a abrir una gasolinera sin la documentación en regla, sólo que la ambición de estos corruptos funcionarios los perdió al exigir una suma mayor a la que ya había acordado, y esto dio lugar a la denuncia.

En la Delegación Cuauhtémoc, además de las múltiples quejas por actos de corrupción formuladas por los dueños de restaurantes y bares que inundan esa demarcación, sin que la autoridad haga nada por investigarlas, ahora son los miembros de la Unión de Expendedores y Voceadores de Periódicos de México quienes denuncian el cobro de una cuota semanal de 200 pesos que les exigen las autoridades de esa delegación para permitirles trabajar, bajo la amenaza de retirarles sus puestos en las inmediaciones del Metro Revolución, en caso de no hacerlo.

Lamentable la corrupción que invade a una de las ciudades más pobladas del orbe, y titánico el esfuerzo que debe hacer el Jefe de Gobierno para limpiar la capital de esta lacra, sobre todo si en su agenda está el de crecer políticamente para un futuro mejor. No es posible que por compromisos políticos se tolere la actuación de delincuentes. Nuestro país merece una mejor actitud de parte de nuestros funcionarios.

Julio 31 de 2013.