En la jornada electoral que nos ocupa, se elegirán presidente de la República, 500 diputados federales (300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional), 128 senadores (64 de mayoría, 32 por el principio de primera minoría y 32 plurinominales), seis gobernadores y un Jefe de Gobierno, y diputados locales, alcaldes y jefes delegacionales en 15 entidades federativas.
Éste será el proceso con mayor número de cargos de elección popular en disputa, 2,124, como consecuencia de la reforma planteada para empatar las fechas de las elecciones locales con las federales. Proceso que avanza con el ajuste de los calendarios electorales de los estados.
Siete partidos políticos participan en estos comicios: PRI, PAN, PRD, PVEM, PT, Movimiento Ciudadano y PANAL. Unos por su cuenta y otros a través de alianzas, total o parciales. Es el caso de los tres partidos de izquierda que formaron la Coalición Movimiento Progresista, y del tricolor, que junto con el Verde Ecologista, integran la alianza Compromiso por México. Los otros dos partidos, Acción Nacional y Nueva Alianza, participan solos, al menos en el caso de los candidatos presidenciales.
Aunque ya en el pasado ha habido candidatas para contender por la presidencia de la República, esta es la primera ocasión que una de las tres fuerzas políticas más importantes del país postula a una mujer para ese cargo, con el agregado de que esa fuerza política representa al partido en el poder.
Durante los tiempos de campaña, los partidos políticos tienen como prerrogativa, en conjunto, 41 minutos diarios en cada estación de radio y canal de televisión, para la transmisión de sus mensajes, mientras que las autoridades electorales cuentan con 7 minutos. Esto se traduce en la transmisión de 19 millones de spots durante los noventa días de campaña. La distribución de los tiempos de radio y televisión, convertidos a número de mensajes, se hace de acuerdo al criterio indicado en el artículo 56 del COFIPE. Este precepto señala que el 30 por ciento del total se repartirá en forma igualitaria y el 70 por ciento por ciento restante, en proporción al porcentaje de votos obtenidos por cada partido político en la elección para diputados federales inmediata anterior, en el caso, la de 2009.
Esto explica la razón por la que los mensajes del PRI se escuchan con mayor frecuencia, pues en la elección federal de 2009 este partido obtuvo una copiosa votación, lo que le da derecho ahora a disponer de mayores tiempos en medios electrónicos, a diferencia del partido del Sol Azteca y sus aliados, que en aquellos comicios sufrieron un desplome electoral que los relegó, como fuerza política, hasta un tercer lugar. Ahora padecen las consecuencias de aquella baja votación.
Durante el período de la campaña, se realiza un monitoreo a 493 noticieros de radio y televisión en todo el país. La verificación está a cargo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, a través de 200 estudiantes, y los resultados se publican semanalmente en la página de internet del IFE.
El padrón electoral de referencia para esta elección asciende a 84 millones 672 mil ciudadanos. La lista nominal es de 79 millones 571 mil ciudadanos con credencial para votar. En los últimos tres años y medio, el IFE logró la sustitución de 16.5 millones de credenciales “03”.
Diez estados de la República concentran el 60 por ciento del total de electores, con 47.9 millones de ciudadanos. La joya de la corona, por ser el de la lista nominal más alta, es el Estado de México, con 10.3 millones, de potenciales electores. Le siguen el Distrito Federal, con 7.2 millones, Veracruz con 5.3 millones, Jalisco con 5.2 millones, Puebla con 3.9 millones, Guanajuato con 3.8 millones, Nuevo León con 3.3 millones, Michoacán con 3.1 millones, Chiapas con 3 millones y Oaxaca con 2.5 millones de posibles votantes.
El análisis de la distribución del poder en estas diez entidades resulta interesante, pues muestra un buen equilibrio. Y es que el gobierno de estos estados está repartido casi de manera equitativa entre los tres principales partidos políticos, PRI, PAN y PRD. En efecto, cuatro están bajo los colores del revolucionario institucional (Edo. de México, Veracruz, Michoacán y Nuevo León), cinco están gobernados por Acción Nacional (Jalisco y Guanajuato, y en coalición con el PRD, Chiapas, Puebla y Oaxaca) y cuatro por el PRD (el Distrito Federal, y en coalición con el PAN, Chiapas, Puebla y Oaxaca).
Aquí la salvedad está en que tres casos tienen gobiernos de coalición, o al menos ésta se dio como alianza electoral. En la práctica parecería que en Chiapas y Puebla, los gobernadores se inclinan más por el PAN, mientras que el de Oaxaca por su militancia en el Movimiento Ciudadano, antes Partido Convergencia, estaría más cercano al PRD.
Hasta aquí, algunos datos de interés sobre el proceso electoral en curso.
Abril 25 de 2012