Miguel Tirado Rasso

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Sospechosismo en el caso Colima

In Política, Procesos Electorales, Temas Centrales on 16 febrero, 2016 at 12:54 pm

El estado de Colima ha sido la nota en estos últimos días. Fenómenos de la naturaleza y, otros, de naturaleza humana vinieron a alterar la paz que regularmente, supondríamos, se vive en esta bella entidad y que atrajeron la atención nacional.

Para fortuna de todos, lo que amenazaba en convertirse en una de las peores tragedias en ese estado, por los efectos de Patricia, un huracán que, en sólo 10 horas, había pasado de tormenta tropical a ser considerado el huracán más fuerte registrado en el Pacífico y el Atlántico, con vientos hasta de 325 km/h, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de nuestro país vecino del norte, se superó, sin pérdidas humanas que lamentar ni los efectos devastadores que se anunciaban.

Una movilización efectiva y oportuna con medidas de prevención adoptadas con diligencia y tino, permitieron a la población estar preparada para este huracán que, finalmente, disminuyó su fuerza al tocar tierra. Esta combinación de factores, evitó que se cumplieran las “consecuencias potencialmente catastróficas”, que se habían pronosticado de este fenómeno natural.

No fue el caso del otro huracán, el de naturaleza humana, generado en un clima político enrarecido que también golpeó a la entidad. Un fenómeno de pronóstico reservado, con negativas consecuencias para la democracia local. Y es que ya en más de una ocasión, estos meteoros políticos han devastado las jornadas electorales en el estado, obligando a celebrar procesos extraordinarios en las elecciones para gobernador.

Sólo para registro, valdría mencionar que Colima es la única entidad de la República en la que, en menos de tres lustros, se han anulado dos elecciones para gobernador y celebrado tres elecciones extraordinarias. Dos por la anulación decretada por la autoridad electoral y una por el fallecimiento del gobernador en funciones.

En 2003, Gustavo Alberto Vázquez Montes, candidato priista triunfante en la elección para la gubernatura del estado, habría tenido que volver a contender en una elección extraordinaria, ante la anulación de los comicios constitucionales ordenada por la autoridad electoral, debido a intromisiones ilegales del gobernador en el proceso electoral.

La nueva elección ratificaría su triunfo, sólo que, después de poco más de un año, fallecería en un accidente aéreo (2005), sembrado en el misterio y la duda. Este hecho daría lugar a una convocatoria para nuevas elecciones extraordinarias, ahora para elegir a un mandatario sustituto. Una vez más el candidato del tricolor ganaría en las urnas. Silverio Cavazos, candidato ganador, concluiría el período constitucional de su antecesor (2005-2009). Pero este personaje tendría también un fin trágico. Un año después de concluido su mandato perdería la vida, como consecuencia de un atentado criminal, aún pendiente de aclarar.

La tercera elección extraordinaria habrá de tener lugar en algún momento de 2016, o en las postrimerías del año en curso, en el mejor de los casos, para reponer la elección para gobernador del pasado 7 de junio, que tres meses y medio después anulara el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), por las mismas causas que la de 2003: intervención ilegal de las autoridades locales en la contienda. Esto es, la causa de nulidad abstracta.

Cabría suponer que con el antecedente de la primera anulación, la autoridad local se habría cuidado de no cometer el mismo error que puso en peligro el triunfo de su partido en 2003, pero al parecer esto no fue impedimento para caer en la tentación de, supuestamente,  apoyar desde el gobierno al candidato priista a la gubernatura.

Hasta ahí la censura sería por la torpe ocurrencia de la autoridad de violar la ley, solo que en la rumorología local existe el sospechosismo de que precisamente esa burda actuación tendría una perversa intención. Fuego amigo, pues. Y es que el abanderado del PRI, Ignacio Peralta, no era el candidato del gobernador Mario Anguiano y, por alguna razón que se puede uno imaginar, se le quiso desbarrancar cuando prácticamente tenía el triunfo en la bolsa, aunque fuera por sólo 503 votos de diferencia, pues el TEPJF se había encargado de filtrar que el proyecto de sentencia sobre la impugnación de la elección presentada por el PAN, iba en el sentido de validar dicho proceso.

Ante esto, prácticamente de la nada y al cuarto para las doce, el secretario de Desarrollo Social del estado, a quien se le escucha en una grabación  instruyendo a sus subordinados a apoyar al candidato del PRI, sobre el principio de que gobernador pone gobernador, decide, después de tres meses, validar públicamente las palabras que se escuchan en ese audio, confesión suficiente para modificar el sentido del proyecto de resolución original del magistrado ponente y  proponer ahora la anulación de la elección, por la que, finalmente, se pronunció el pleno del Tribunal.

Las cosas se ponen difíciles para el PRI, según se interprete lo establecido en el artículo 41 de la Constitución que en su parte final señala: “En caso de nulidad de la elección, se convocará a una elección extraordinaria, en la que no podrá participar la persona sancionada.”  Porque si se considera que el sancionado es el candidato tricolor, Ignacio Peralta estará imposibilitado de volver a contender en los comicios extraordinarios y, entonces, nada detendrá al abanderado panista, Jorge Luis Preciado, con la consecuente alternancia.

Si es que ese fuera el caso, el gobernador Mario Anguiano se habrá salido con la suya. Aunque, en este mar de sospechosismos, también corre la versión de un acuerdo interpartidos, en lo oscurito y aprovechando la coyuntura, que tendría que ver con nuestro máximo tribunal de justicia.

Octubre 29 de 2015

PRI y PAN y el cambio de timonel

In Temas Centrales on 1 julio, 2015 at 8:18 pm

Concluidas las elecciones del pasado domingo siete, o casi, porque la post temporada electoral, como era de prever, todavía nos mantendrá un tanto atentos por algunos casos impugnados por parte de quienes se niegan a morir en el intento, toca a las dos principales fuerzas políticas del país, según los resultados de esta elección, PRI y PAN, preparar la renovación de sus dirigencias.

Tema delicado y muy sensible, y mire usted si no, pues quienes vayan a presidir estos institutos tendrán mucho que ver en el proceso preparatorio de la sucesión presidencial, lo que implica un intenso trabajo político a lo largo y ancho del país, determinante para crear el ambiente y las condiciones más favorables para la causa de su partido. Porque la joya de la corona de nuestros procesos electorales requiere mejorar la triste impresión que dejaron las campañas del pasado proceso.

PRI y PAN tienen el tiempo contado para procesar estos cambios, por lo que las decisiones con ese objetivo deberán tomarlas a la brevedad, y esto significa, a más tardar, en el próximo mes de agosto. En el caso del tricolor, su actual líder, César Camacho, protestará como diputado de la LXlll legislatura el primero de septiembre, y como todo apunta a que sea él quien asuma el liderazgo de su bancada en la Cámara, y esta responsabilidad es de tiempo completo, tendrá que dejar su cargo en el partido, antes de ese mes.

La definición de su sucesor, tiene sus complicaciones, y no precisamente porque no haya quién, sino por el contrario, porque el que pareciera indiscutible, y así lo perciben no pocos, algunos de quienes tiene opinión, le ven sus asegunes, y de ahí la incertidumbre sobre el futuro mediato del tricolor.

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El presidente del blanquiazul, Gustavo Madero, está en las mismas condiciones de su homólogo priista, sólo que en su caso hay mar de fondo. Como a Madero le gusta jugar de hombre equipo, y siguiendo una estrategia que, hasta la fecha le ha dado resultado en su proyecto político personal, tiene que armar una jugada que le permita dejar sucesor en el partido para que éste lo designe como líder de su grupo parlamentario en la Cámara y, desde esa posición, se le facilite el camino para la candidatura presidencial de su partido que, en la misma proporción que lo niega, la desea.

Lo que mucho nos recuerda a aquel personaje que insistía que lo dieran por muerto en relación a sus aspiraciones presidenciales, hace ya más de 10 años y que, desde entonces y hasta la fecha, no ceja en su obsesión por la silla presidencial.

El líder blanquiazul preparó bien el terreno precisamente para estos momentos políticos. Tiene el control sobre la Comisión Permanente del Consejo Nacional panista, por lo que, aún a pesar de los malos resultados obtenidos en la pasada elección, los peores números desde hace 18 años, por cierto (el más bajo porcentaje de votos, el menor número de diputados y la pérdida de 1,3 millones de votos respecto de la elección de 2009), Madero salió bien librado en la evaluación sobre este proceso, al reiterarle los comisionados su solidaridad y apoyo. Algo tendría que ver el hecho de que, de los 40 comisionados del Consejo, 38 son maderistas.

El dirigente panista propuso adelantar el proceso de renovación de la presidencia, para que en agosto el partido cuente con el nuevo líder que deberá operar su designación como coordinador de los diputados blanquiazules, para de ahí dar el gran salto a lo que es la motivación de su juego político. Sin embargo, para lograr esto último, Madero deberá librar algunos obstáculos. El primero, el descontento de muchos, por los malos resultados de la elección y por su manejo autoritario y excluyente del partido.

El otro, no menor, es el ex presidente Felipe Calderón, su esposa Margarita Zavala y quién o quiénes también se animen para la silla grande, como el gobernador poblano, Rafael Moreno Valle, por ejemplo. Y es que, de lo que se trata es de detener el tren maderista que, hasta el momento, ha recorrido, sin graves percances, el camino trazado en su estrategia hacia el 2018.

Madero debería verse en el espejo de sus colegas perredistas, los Chuchos, que en su afán por secuestrar al PRD para mantener un control absoluto, se están quedando solos, eso sí, con el partido, pero cada vez con menos militantes y pocas figuras destacadas. Con el puro cascarón, pues.

Junio 18 de 2015

Inquietos y acelerados

In Sucesión presidencial on 1 julio, 2015 at 7:26 pm

Está claro que los tiempos del inmovilismo institucional, son cosa del pasado. Aquella sentencia que pronunciara, el casi eterno líder cetemista, Fidel Velázquez, como advertencia para los políticos inquietos,” el que se mueve no sale en la foto”, se hizo obsoleta a partir de los tiempos de la transición, y un poco antes. Ahora la consigna pareciera ser: si no te mueves, quedas fuera de foco y, al amparo de esta nueva consigna, se están detonando algunos auto destapes.

Recordamos que fue Vicente Fox quien rompió con los tiempos y formas tradicionales, saliéndose del huacal de la dirigencia panista, para declarar públicamente su intención de contender por la presidencia de la República, tres años antes de la fecha de la elección presidencial, en julio de 1997, siendo gobernador del estado de Guanajuato. Su declaración tomaría por sorpresa a propios y extraños y, por lo pronto, ninguno de sus correligionarios, con la mira puestas en el mismo objetivo, pero a la secreta, le daría alcance, en una carrera que se habría de llevar de calle, no sólo a propios, pero también a extraños.

Años después, en mayo de 2004, dos años antes de las elecciones federales, Felipe Calderón repetiría la historia de los destapes anticipados, al asistir a un acto proselitista en apoyo a su candidatura, siendo secretario de Energía. Esta anticipación no le habría gustado nada al Presidente Fox, quien prácticamente lo orilló a renunciar a su cargo y, a partir de entonces y hasta la fecha, quedaría rota la relación entre los dos personajes. Pero de que valió la pena el sacrificio del cargo por aquella estrategia calderonista, ni hablar.

Pues, ahora resulta que, en plena transición democrática, concluido el proceso electoral de mitad del sexenio y a tres años de la sucesión presidencial, parece haber llegado el tiempo de los auto destapes anticipados. Al menos, eso está sucediendo. Varias son las figuras que  a la menor provocación o sin ella, han anunciado, públicamente, su intención de inscribirse en la carrera presidencial. Aquí los ejemplos más destacados, hasta el momento.

Sobre el caso del fundador de Morena, Andrés Manuel López Obrador, huelgan comentarios, porque su auto destape es parte ya de nuestra historia política contemporánea, tras doce años, por lo menos, de estar en la lista de aspirantes declarados, sólo que ahora, en su tercer intento, hasta con actos de campaña muy anticipados.

Margarita Zavala, la ex primera dama, finalmente  dejó de deshojar margaritas y, tras buscar, infructuosamente, una diputación federal, y luego aspirar, sin mucha oportunidad, a presidir su partido, cayó en cuenta de que las posibilidades de su proyección estelar estaban un paso más allá de las posiciones que estuviera dispuesta a otorgarle la dirigencia de su partido, así que, en una jugada de pizarrón, levantó la mira y se lanzó a la grande.

En un video, difundido en redes sociales, muy a la moda, declaró: “buscaré la presidencia de la República”, como candidata del PAN o como sea, podría ser la interpretación de sus palabras, dejando abierta la posibilidad de una candidatura independiente, también muy de moda, lo que pondría nerviosos y de malas a otros aspirantes ocultos, aunque evidentes.

El Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, tras el desastre electoral capitalino que lo dejó mal parado, ha considerado oportuno romper el silencio para declarar que sí quiere ser presidente, pensando, quizás, que esto podrá elevar sus bonos, algo, por cierto, muy necesario para llevar a buen fin su ejercicio de gobierno en el trayecto que falta. Mancera tampoco descarta la posibilidad de irse por la libre, como candidato independiente, un poco para recalcar su calidad apartidista y, otro tanto, para darle un calambre al partido que lo adoptó, lo postuló y lo decepcionó, y que ahora anda de capa caída.

El otro aspirante inquieto, aunque éste sí todavía no destapado, oficialmente, es el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, para quien sus partidarios han creado, en las redes sociales, una especie reciclada de “amigos de Fox”, denominada “Ciudadanos con RMV,” en Puebla, por supuesto, pero que también se está extendiendo a otros estados de la República, y cuyo propósito es fácilmente adivinable. Por lo pronto, este funcionario se placea por toda la República, encubierto en su calidad de gobernador poblano, en una estrategia que busca algo más que simplemente estrechar los lazos de su estado con el resto del país.

Quedan por ahí otros personajes que le juegan a la policía china, pues, aunque resulta obvia su aspiración presidencial, ellos insisten en negarlo fervorosamente. El ejemplo más claro es el del todavía presidente del PAN, Gustavo Madero, quien hasta con palabras altisonantes rechaza estar interesado en la silla presidencial, aunque todos sus movimientos apuntan al 2018.

Tiempos nuevos y nuevas estrategias, quizás inéditas, que estarán presionando para que todo aquél que aspire a la joya de la corona político-electoral, del partido que fuere, comience a desempacar para no rezagarse demasiado ante la anticipación de los inquietos y acelerados, lo que en el caso del partido en poder, el PRI, significará un verdadero cambio de señales sobre el que habrá que estar muy atentos.

Junio 25 de 2015

Un proceso equitativo

In Procesos Electorales on 10 julio, 2013 at 12:46 pm

Para bien del país, finalmente concluyó la jornada electoral para la renovación de legislaturas locales y alcaldías en 14 entidades de la República y la gubernatura de un estado, el de Baja California. Jornada precedida de múltiples e insistentes denuncias, acusaciones, y quejas formuladas un día sí y otro también, más como estrategia para descalificar los comicios por anticipado y fortalecer posiciones, que con la intención de corregir vicios en los procesos.

Y es que, en estas elecciones los presidentes de los dos partidos mayoritarios de oposición, PAN y PRD, se jugaban algo más que los triunfos o derrotas de sus candidatos, pues enfrentamientos internos y la metralla del fuego amigo, habían puesto en duda su actuación como dirigentes, cuestionando su liderazgo. Todo por su participación en el Pacto por México, que no gustó a cierto sector de sus correligionarios, que los tacharon de colaboracionistas y de no asumir un papel más radical, como partido de oposición.

El presidente del PAN, Gustavo Madero entendió que debía endurecer su posición en contra del PRI, como medida de salvación de su cargo. Así vimos que el volumen de sus reclamos sobre supuestas maniobras de mandatarios priistas en las campañas, coincidía con la intensidad de su conflicto con los senadores de su partido.

Para curarse en salud, y en preparación de cómo pudiera resultar la elección para su partido, en caso de derrotas, el presidente del PAN habría denunciado anticipadamente una serie de irregularidades, que le servirían de antecedente para, en su momento, reclamar la descalificación de los comicios. Claro está que, en caso de triunfos, ni para que recordar los reclamos.

Algo parecido a esta circunstancia es lo que vivió el dirigente del PRD, Jesús Zambrano, ya que algunos grupos de su partido y miembros de la izquierda a la mexicana, también habrían expresado su inconformidad por su colaboración en el Pacto por México pero, sobre todo, por haber hecho a un lado el estilo tradicional de esa izquierda de oposición a ultranza y rechazo de entrada a cualquier propuesta de gobierno, más allá de la conveniencia o necesidades del país.

Zambrano, también habría tenido que endurecer su actitud con el gobierno, y optar por sumarse a las denuncias sobre supuestas irregularidades cometidas por autoridades priistas durante la etapa de campañas del proceso electoral. Aunque ciertamente, con un poco más de moderación respecto de la estridencia de su colega panista.

Finalmente, la jornada transcurrió sin graves altercados, salvo en el estado de Veracruz. Como se había pronosticado, los tiempos del carro completo del PRI pertenecen a la historia. Una leyenda urbana que se aduce como verdad por algunos, sólo como medida de presión. Sobre este proceso, poco tendrían que alegar los dirigentes partidistas, pues los resultados no significaron mayor sorpresa. En términos generales, el PRI mantuvo su equilibrio, con pérdidas y ganancias. Si bien, perdió las capitales de los estados de Baja California, Puebla, Coahuila, Aguascalientes y Tlaxcala, salió triunfante en las ocho restantes. Asimismo, alcanzó la mayoría en 10 de los trece congresos locales.

Hasta el momento, pareciera que Acción Nacional se habría  alzado con la victoria para gobernador en Baja California, además de haber ganado las capitales estatales que perdió el PRI, y algunas plazas más. Para el PAN, el resultado de estos comicios, es quizás hasta mejor de lo que probablemente esperaban, tomando en consideración la zona sísmica por la que atraviesa. Y para Gustavo Madero, mejor imposible, porque recibió oxígeno para concluir su mandato sin sofocaciones, o al menos así parece.

La participación del PRD fue sin duda, la más discreta, por decirlo de alguna manera. Sus alianzas con el PAN le funcionaron para no perderse en el proceso, pero sus divisiones internas y, sobre todo, el surgimiento de Morena, le afectaron, y le causarán mayores dolores de cabeza en el futuro, si a la brevedad no se somete a una reconversión a fondo, pues su desmembramiento, es una amenaza real.

Ahora bien, creo que algo se tendrá que hacer para que los procesos electorales que, si bien, fortalecen nuestro sistema democrático, no se conviertan en un obstáculo para el ejercicio de gobierno al paralizar programas, inversiones y acciones en cumplimiento de una veda electoral decretada como medida de asepsia para bien de los procesos electorales.

Existen programas que no pueden suspenderse por ninguna razón, ya que esto causa graves perjuicios a los sectores de la población a los que están destinados. Y son precisamente los programas asistenciales que, por su sentido social no deberían interrumpirse, los que caen en los supuestos de la veda.

Desconozco si esta práctica se da en otros países, o es una exclusiva más de nuestra folklórica democracia que, con medidas extremas, pretende lavar culpas de los tiempos del partido aplanadora, el del carro completo, sólo que ahora sirve de chantaje a una oposición que ha encontrado, en esos pecados del pasado, una fórmula de presión para imponer condiciones.

Habría que reconocer que vivimos ya otros tiempos. Que el país ha cambiado y que la competitividad política y la alternancia son una realidad que llegó para quedarse. Que habría que apelar al cumplimiento de la ley y a la madurez política y sentido de responsabilidad de todos los actores participantes en los procesos electorales, y evitar disposiciones que sólo reiteran la obligación de cumplir con lo que ya ordenan las leyes.

Julio 10 de 2013

El PAN en su laberinto

In Partidos Políticos on 29 mayo, 2013 at 12:18 pm

Hasta lo que alcanzamos a ver, al día de hoy, el enfrentamiento entre el ahora ex coordinador de la bancada panista en el senado, Ernesto Cordero, con el presidente de su partido, Gustavo Madero, no concluyó con su sustitución en el cargo, tal y como lo hubiera deseado el dirigente del PAN.

Porque la operación relevo del senador Cordero, el procedimiento para un nuevo nombramiento y la designación misma del sustituto, habría que registrarlas en el manual de cómo tratar de corregir lo que está mal para llegar a obtener peores resultados. Gustavo Madero sorprendió a todos con su actuación, incluyendo al propio elegido, quien, según una nota periodística, habría declarado estar “en el lugar que menos quería y en el momento menos indicado”.

Y es que lejos de realizar una jugada habilidosa, de trabajo fino, el líder blanquiazul se enredó en una accidentada y burda operación, que lejos de calmar los ánimos en las filas panistas, los encendió aún más, como lo mostraron las reacciones de los senadores y de varios miembros destacados de ese partido.

Cuando alguien resuelve diferencias sin enfrentamientos o da solución a conflictos conciliando intereses, se dice que tiene manejo político. Una cualidad poco común, pero muy conveniente y necesaria para la vida en armonía a la que todos aspiramos, y propia, por definición, de quien interviene en “las cosas del gobierno y negocios del Estado”, como lo indica el diccionario de la Real Academia Española.

Era pues, de esperar que quien vive en la política y, dadas las circunstancias en que se encontraba el estira y afloje del poder, buscara una solución, lo más tersa posible, para poner punto final al conflicto y superar la amenaza de una costosa fractura hacia el interior  de ese instituto político.

La rebeldía en que había incurrido el senador Cordero, a través de una estrategia distinta y opuesta a la institucional de su partido, necesariamente lo enfrentaba con su dirigente, a quien no le quedó otra salida que la de ejercer su facultad estatutaria para cambiar y nombrar a un nuevo coordinador de su bancada en el senado. Una decisión siempre difícil y delicada, en particular en este caso, por lo que representa o a quien representan el senador Cordero y sus aliados.

De una manera atropellada, Madero operó la sustitución. Si la decisión de remover a Cordero provocó una polémica, con amagos de insurrección, aunque se le reconociera su derecho para hacerlo, con la designación del senador Jorge Luis Preciado, como nuevo coordinador, se agitaron más las aguas de la inconformidad, incluso entre quienes habían aceptado la decisión del cambio.

Madero fintó a sus senadores ofreciéndoles un proceso democrático, en el que podrían opinar sobre el nuevo nombramiento, sólo que al final no hubo ni consulta ni opiniones, y el dirigente resolvió por la libre, lo que obviamente dejó molestos a prácticamente todos los involucrados.

Toca ahora al senador Jorge Luis Preciado, realizar una ardua tarea de cicatrización entre sus pares para que pueda cumplir su encargo de coordinador; pues la rebelión entre su bancada sigue flotando en el ambiente, y un coordinador en el vacío no le servirá de nada al presidente panista ni a su partido.

Gustavo Madero le apostó al poder de su cargo y, por el momento, ganó la partida imponiendo su decisión. Pero las jugadas en política que se imponen por la fuerza y no en base a una negociación, tienen un alto costo que se paga tarde o temprano. Con esta acción, Madero se jugó su futuro político, si es que pretende su reelección en la presidencia del PAN en diciembre próximo. Porque, ahora surgieron más aspirantes a ese cargo, con mayor peso y posibilidades, mientras que él le restó número a sus apoyos para ese propósito, con lo que sus posibilidades de éxito se ven ahora más lejanas.

Porque, como señalábamos en nuestro comentario de la semana pasada, el problema que enfrentó al senador Cordero con el presidente de su partido, no fue la diferencia de opiniones sobre un tema en particular, sino dos visiones y estrategias muy distintas respecto de la conducción política del PAN en su papel como partido de oposición a lo largo de este sexenio. Ópticas de grupos diferentes con intereses y propósitos muy distintos.

Mayo 29 de 2013

Un partido, repartido.

In Partidos Políticos on 22 mayo, 2013 at 11:56 am

Con la pérdida del poder, en diciembre de 2012, el Partido Acción Nacional parece haber perdido también la brújula, que mucho les ayudaría en estos tiempos difíciles de desorientación, angustia y enojo sentimientos que suelen seguir a las derrotas, para poder ubicarse ahora, dentro de las filas de la oposición.

El PAN le arrebató la banda presidencial al PRI, y durante doce años pasó a ser el partido en el gobierno, después de décadas de hacer política como partido de oposición, carácter, en el que generalmente tuvo un buen desempeño. Pero una vez en el poder, Acción Nacional resultó ser muy celoso de su autonomía, la que buscó preservar a costa de mantenerse a distancia del gobierno, lo que en más de una ocasión causó, políticamente, más problemas que ventajas al gobierno blanquiazul.

Y es que, si bien, en teoría, la sana distancia entre partido y gobierno luce muy conveniente, el pragmatismo político ha demostrado que para obtener los mejores resultados, uno y otro deben actuar de manera estrecha, apoyando el partido las políticas y acciones del gobierno y contribuyendo a sostenerlo en el poder. Al fin de cuentas, de eso trata la política.

Y así como en ocasiones al PAN se le dificultaba ubicar su posición en el contexto del poder, ahora parece no “hallarse” como oposición, y entre encuentros y desencuentros, este instituto camina sin rumbo definido. O al menos, esa es la impresión que da, porque lo que sucede en el blanquiazul es el reflejo de una sorda disputa por el control del partido entre quienes lo presiden ahora y el grupo afín al ex presidente Felipe Calderón.

Recordemos que la última renovación de la dirigencia de este partido, no resultó favorable a las pretensiones del ex presidente panista, pues su candidato a la dirigencia del CEN no llegó a finales, así que tuvo que apoyar a quien no era su propuesta, Gustavo Madero, justo en tiempos por demás delicados y estratégicos como son los de la sucesión presidencial. Así, las diferencias entre estos dos personajes, en el ocaso de la administración presidencial panista, eran de esperar.

Por eso, cuando Acción Nacional pierde la elección presidencial, no extrañó que surgieran voces demandando la cabeza de Gustavo Madero y, por momentos, éste se tambaleó. Pero con la firma del Pacto por México, la posición de Madero se fortaleció. Como líder de uno de los tres partidos políticos suscriptores del Pacto, su representatividad se revaloró, así como su posicionamiento político. Los reclamos de renuncia amainaron, para apostar al cambio de dirigente al término de su mandato, lo que ocurrirá a finales de este año.

Mientras tanto, los jaloneos entre las distintas fuerzas políticas panistas, no cesan. Y es que, con la derrota  en los comicios federales de 2012, surgieron diferendos, las posiciones se polarizaron y ocurrieron las fracturas.  Uno es el grupo con el control del partido, indudable poder político institucional, titular del instituto político con representatividad oficial y poder para suscribir pactos y compromisos, y  cabeza del panismo todo, cualquiera que éste sea.

El otro grupo es el que cuenta con representación legislativa. Tiene y muestra su músculo en el seno del congreso, principalmente en el Senado, desde donde dan la batalla, más en función de su interés de grupo, que en el de los electores. Porque desde esa esfera de poder, hacen política partidista y ejercen presión al presidente de su partido, a quien pretenden sustituir para poder aplicar una estrategia de oposición diferente, más de colisión y enfrentamiento que de diálogo y entendimiento, que privilegie los diferendos sobre las coincidencias.    No hay que olvidar que se trata de los herederos del ex presidente Calderón, a quien nada le puede gustar menos que el éxito de su sucesor.

El enfrentamiento entre el líder del PAN, Gustavo Madero, y el presidente del senado, Ernesto Cordero, que le costara a éste la coordinación de la bancada panista, no fue otra cosa que el reflejo de la disputa entre estos dos grupos, cuya visión respecto de la actitud que debe asumir su partido como oposición, es radicalmente distinta.

Unos porque no pueden dejar de ver con nostalgia la presidencia perdida, la oportunidad que se les fue. Por lo que, en la búsqueda de la revancha, no están dispuestos a facilitarle el camino al presidente tricolor. Para este grupo, la apuesta es al fracaso del actual gobierno.

Al otro grupo no le incomoda aportar y sumar, apoyar lo que mejore y proponer lo que convenga al interés nacional, y perfilarse como una oposición responsable y comprometida con el país, con independencia de las diferencias que puedan tener con el gobierno priista.

Hasta el momento, queda claro que esta actitud es la que ha permitido alcanzar los consensos necesarios para las reformas que demanda nuestra nación y que no pueden demorar ya más. Los tropiezos son los que han ocurrido precisamente por los cuestionamientos de quienes no quieren que el gobierno actual sume puntos, aunque esa actitud ponga en riesgo el futuro de México.

¡A VOTAR!

In Temas Centrales on 27 junio, 2012 at 12:00 pm

Hoy es el último día que permite la ley realizar actos de proselitismo electoral. Es por tanto, la última oportunidad que tienen los candidatos, participantes en este intenso y sacudido proceso, para solicitar a los electores el voto a su favor. Es, asimismo, la última fecha que permite la legislación para “difundir o publicar, por cualquier medio, los resultados de encuestas o sondeos de opinión que tengan por objeto dar a conocer las preferencias electorales de los ciudadanos.”

Tres días de abstinencia propagandística nos esperan, cosa que se agradece. Una tregua a esta guerra de descalificaciones, denuncias y acusaciones en que se convirtió la campaña electoral, un descanso del bombardeo millonario de mensajes propagandísticos de radio y televisión y, como lo contempló el espíritu del legislador, la oportunidad para la reflexión del voto que habremos de emitir dentro de cuatro días.

Es pues, el final de una larga competencia en la que habrá de surgir un ganador, por lo que a los demás contendientes sólo les restará aceptar su derrota y replantear sus  proyectos de vida en vistas a un futuro muy diferente al que aspiraban. Con el cierre de campañas en este día, se agotaron tiempo y oportunidades. Finalmente, lo que se hizo o dejó de hacer, ahí quedó. Los candidatos y sus equipos sabrán, en unos días más, si sus estrategias fueron efectivas, si fueron más sus aciertos que sus errores, si lograron convencer y sumaron simpatías o fracasaron en el intento.

Por razón natural, la atención se concentra en la carrera presidencial, en la que, al menos, de acuerdo a la mayoría de las encuestas, el candidato de la coalición Compromiso por México, Enrique Peña Nieto, se mantuvo de principio a fin a la cabeza, con una cómoda diferencia. Si para el inicio del período de campaña se apuntaba con 48.4 por ciento de las preferencias electorales, según promedio de las encuestas publicadas por Mitofsky, Excélsior, Reforma, Milenio, OEM y El Universal, en la última medición de esta etapa, el candidato tricolor cierra con un promedio de 44.5 puntos (Mitofsky, Parametría y GEA/ISA). Lo que significa, siempre de acuerdo a las encuestas publicadas, que en estos tres meses de campaña, este candidato perdió únicamente cuatro puntos.

En estos últimos tres meses, la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, perdió posicionamiento entre las preferencias electorales.  Mientras que a finales del mes de marzo su promedio era de 29.5, al término de la etapa de campaña sus registros son de 24.4, lo que representa una pérdida de cinco puntos y su desplazamiento del segundo al tercer lugar.

Por su parte, el candidato del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, al comienzo de las campañas tenía un promedio de 21.3 puntos, contra 28.1 puntos que muestra la última medición, siendo su caso el único que tuvo un avance significativo durante esta etapa. Gabriel Quadri, candidato del Partido Nueva Alianza, habría arrancado con un promedio de 0.8 por ciento hasta acumular, al final 2.8 por ciento, lo que le permitirá mantener el registro de este partido y la posibilidad de alguna presencia en el Congreso, tal vez.

Bueno, pero eso es lo que muestran los estudios de opinión que, como mucho se ha dicho, son únicamente fotografías que permiten tener una idea sobre cómo andan las preferencias respecto de los candidatos, en un momento determinado. Se trata de análisis de opinión, no de vaticinios, aunque sus fórmulas permiten contar con elementos para señalar tendencias muy cercanas a la realidad, cuando están bien hechas, y en ello va el prestigio de quienes las realizan.

Eso sí, al final de cuentas el resultado de la elección depende, única y exclusivamente de la voluntad de los electores expresada a través de su voto. Entonces encuestas y estudios de opinión quedarán sólo como referentes históricos, para satisfacción, orgullo y reconocimiento de quienes supieron reflejar atinadamente las preferencias ciudadanas en sus trabajos, o pena, decepción y desprestigio para los que no hicieron bien su tarea.

El trabajo público de los candidatos ha concluido, el de los encuestadores también, asimismo el de periodistas, analistas, comentaristas y demás. El IFE ha recordado que la ley prohíbe cualquier manifestación o marcha en favor o en contra de cualquier candidato o partido, durante esta veda de cuatro días, prohibición aplicable también a los ciudadanos. Sigue el trabajo de la autoridad electoral, ahora en su fase crítica. Los consejeros electorales se han dado a la tarea de informar a la población sobre el proceso de votación y las medidas de seguridad con que se cuenta para tener una jornada electoral pacífica, transparente y confiable.

No existe razón ni evidencia alguna para suponer la maquinación de un fraude electoral. Por otro lado, existen demasiados candados que harían imposible cometerlo. La afirmación de que “los que mandan” y las televisoras preparan un fraude, sólo muestra el temor de quien sabe que no tiene asegurado el triunfo, en la que es su última oportunidad para llegar a la silla presidencial. Además de reflejar un profundo desprecio por quienes no simpatizan con su causa.

La obsesión de poder del candidato López Obrador no tiene límites. Para ganar adeptos enarboló la república del amor, pero, al fin y al cabo, genio y figura lo hicieron retomar su verdadera personalidad. Resulta a todas luces irresponsable insistir con el discurso del fraude sin aportar ninguna prueba, pues con esto se está descalificando, de antemano, el proceso y a las autoridades. Esperemos que no se repita la película de hace seis años, y que los candidatos que participan en esta competencia electoral acepten los resultados de manera civilizada, en lugar de mandar al diablo a las instituciones y enrolarse en aventuras de tristes recuerdos.

Por lo pronto, la invitación para todos es ir a votar el próximo domingo por los candidatos de nuestras preferencias, y tener la confianza de que quien gane será el que sume el mayor número de votos, sin importar la diferencia. Así es la democracia.

Numeralía Electoral 2012

In Temas Centrales on 25 abril, 2012 at 12:34 pm

En la jornada electoral que nos ocupa, se elegirán presidente de la República, 500 diputados federales (300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional), 128 senadores (64 de mayoría, 32 por el principio de primera minoría y 32 plurinominales), seis gobernadores y un Jefe de Gobierno, y diputados locales, alcaldes y jefes delegacionales en 15 entidades federativas.

Éste será el proceso con mayor número de cargos de elección popular en disputa, 2,124, como consecuencia de la reforma planteada para empatar las fechas de las elecciones locales con las federales. Proceso que avanza con el ajuste de los calendarios electorales de los estados.

Siete partidos políticos participan en estos comicios: PRI, PAN, PRD, PVEM, PT, Movimiento Ciudadano y PANAL. Unos por su cuenta y otros a través de  alianzas, total o parciales. Es el caso de los tres partidos de izquierda que formaron la Coalición Movimiento Progresista, y del tricolor, que junto con el Verde Ecologista, integran la alianza Compromiso por México. Los otros dos partidos, Acción Nacional y Nueva Alianza, participan solos, al menos en el caso de los candidatos presidenciales.

Aunque ya en el pasado ha habido candidatas para contender por la presidencia de la República, esta es la primera ocasión que una de las tres fuerzas políticas más importantes del país postula a una mujer para ese cargo, con el agregado de que esa fuerza política representa al partido en el poder.

Durante los tiempos de campaña, los partidos políticos tienen como prerrogativa, en conjunto, 41 minutos diarios en cada estación de radio y canal de televisión, para la transmisión de sus mensajes, mientras que las autoridades electorales cuentan con 7 minutos. Esto se traduce en la transmisión de 19 millones de spots durante los noventa días de campaña. La distribución de los tiempos de radio y televisión, convertidos a número de mensajes, se hace de acuerdo al criterio indicado en el artículo 56 del COFIPE. Este precepto señala que el 30 por ciento del total se repartirá en forma igualitaria y el 70 por ciento por ciento restante, en proporción al porcentaje de votos obtenidos por cada partido político en la elección para diputados federales inmediata anterior, en el caso, la de 2009.

Esto explica la razón por la que los mensajes del PRI se escuchan con mayor frecuencia, pues en la elección federal de 2009 este partido obtuvo una copiosa votación, lo que le da derecho ahora a disponer de mayores tiempos en medios electrónicos, a diferencia del partido del Sol Azteca y sus aliados, que en aquellos comicios sufrieron un desplome electoral que los relegó, como fuerza política, hasta un tercer lugar. Ahora padecen las consecuencias de aquella baja votación.

Durante el período de la campaña, se realiza un monitoreo a 493 noticieros de radio y televisión en todo el país. La verificación está a cargo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, a través de 200 estudiantes, y los resultados se publican semanalmente en la página de internet del IFE.

El padrón electoral de referencia para esta elección asciende a 84 millones 672 mil ciudadanos. La lista nominal es de 79 millones 571 mil ciudadanos con credencial para votar. En los últimos tres años y medio, el IFE logró la sustitución de 16.5 millones de credenciales “03”.

Diez estados de la República concentran el 60 por ciento del total de electores, con 47.9 millones de ciudadanos. La joya de la corona, por ser el de la lista nominal más alta, es el Estado de México, con 10.3 millones, de potenciales electores. Le siguen el Distrito Federal, con 7.2 millones, Veracruz con 5.3 millones, Jalisco con 5.2 millones, Puebla con 3.9 millones, Guanajuato con 3.8 millones, Nuevo León con 3.3 millones, Michoacán con 3.1 millones, Chiapas con 3 millones y Oaxaca con 2.5 millones de posibles votantes.

El análisis de la distribución del poder en estas diez entidades resulta interesante, pues muestra un buen equilibrio. Y es que el gobierno de estos estados está repartido casi de manera equitativa entre los tres principales partidos políticos, PRI, PAN y PRD. En efecto, cuatro están bajo los colores del revolucionario institucional (Edo. de México, Veracruz, Michoacán y Nuevo León), cinco están gobernados por Acción Nacional (Jalisco y Guanajuato, y en coalición con el PRD, Chiapas, Puebla y Oaxaca) y cuatro por el PRD (el Distrito Federal, y en coalición con el PAN, Chiapas, Puebla y Oaxaca).

Aquí la salvedad está en que tres casos tienen gobiernos de coalición, o al menos ésta se dio como alianza electoral. En la práctica parecería que en Chiapas y Puebla, los gobernadores se inclinan más por el PAN, mientras que el de Oaxaca por su militancia en el Movimiento Ciudadano, antes Partido Convergencia, estaría más cercano al PRD.

Hasta aquí, algunos datos de interés sobre el proceso electoral en curso.

Abril 25 de 2012

Interpretar con criterio

In Elección Federal 2012 on 5 octubre, 2011 at 3:09 pm

Preocupante, por decir lo menos, lo que está pasando con la autoridad electoral. Entre diferendos internos, resoluciones cuestionables, circulares polémicas, una estructura incompleta, varios frentes abiertos y una ley que no ayuda, la autoridad a la que le corresponde regular y supervisar la elección federal de 2012, se encuentra ya en el ojo del huracán, o casi.

Lo delicado del tema es que esto suceda cuando, conforme a los tiempos de ley, el proceso todavía no comience, aunque de facto haya arrancado desde hace un buen rato, y si no que se lo pregunten a los aspirantes presidenciales Andrés Manuel López Obrador o Santiago Creel, que tienen ya varios meses recorriendo el país en franca campaña proselitista. Lee el resto de esta entrada »

Encrucijadas

In Elección Federal 2012 on 28 septiembre, 2011 at 4:15 pm

Antes de que inicie formalmente el proceso electoral de los comicios federales de 2012, una encrucijada está poniendo a prueba la experiencia, el talento, la habilidad y la sensibilidad política de los protagonistas del proceso y sus partidos: el método para elegir al candidato presidencial.

Adelantados todos, como lo hemos comentado con anterioridad, a los tiempos dispuestos por una legislación restrictiva e ignorante de los usos, costumbres y prácticas de la política de este país, que han resultado estar más arraigadas de lo imaginable, no sólo en el corazón de los priistas sino también en el de los panistas y los perredistas, entre otros, muestran ya sus cartas, su juego, aún no. Lee el resto de esta entrada »