De los pasados comicios habría varios puntos que destacar, pero el que la jornada electoral haya transcurrido con normalidad, en prácticamente todo el país, a pesar del ambiente de tormenta, creado por los actos vandálicos y amenazas de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), empecinados en boicotear la elección, además de algunos amagos del crimen organizado, constituye, quizás, uno de los más notables.
La amenaza de impedir los comicios en los más de 20 estados, en donde tiene presencia la Coordinadora, quedó acotada a sólo algunos municipios de los estados de Oaxaca y Guerrero, principalmente, en donde, grupos de encapuchados incendiaron casillas y robaron material electoral. Una decisión firme del Gobierno Federal bajó los ánimos rijosos de los docentes, con lo que queda claro que, con ellos, no hay diálogo que valga, y que son otros los términos requeridos para la relación CNTE- Gobierno. Ahora hubo detenidos por los desmanes cometidos. A estos, se les deberá aplicar la ley, simple y llanamente, y no ceder a las presiones que acostumbran los dirigentes de la CNTE. Estos maestros, han estirado ya la liga al límite.
De acuerdo con información del INE, se logró la instalación del 99.8 por ciento de las casi 149 mil casillas electorales. Esto es, únicamente 182 no pudieron instalarse y, en 412, debió suspenderse la votación, debido a alguna contingencia política.
El porcentaje de participación de estos comicios, sobre un 48 por ciento, resulta una agradable sorpresa, pues regularmente el abstencionismo golpea con mayor fuerza las elecciones intermedias. En esta ocasión, la participación ciudadana superó las expectativas, que rondaban sobre un 40 por ciento, 8 puntos menos de los alcanzados. La elección intermedia de hace seis años tuvo una votación de 44.78 por ciento y, la anterior, de 2003, fue de 41.32 por ciento.
Seguramente la compactación de procesos que, al federal, sumó los comicios para gobernador, en nueve entidades, y congresos locales y alcaldías, en 17, elevó el interés de los electores por ir a votar. Lo anterior, a pesar de las campañas de anulación del voto que algunos personajes promovieron intensamente a través de las redes sociales, además de las ya tradicionales que convocaban al abstencionismo. Estas últimas, menos ruidosas. De acuerdo a la autoridad electoral, el porcentaje de votos nulos fue de alrededor de 5.50 puntos.
Aunque prácticamente, todos los dirigentes de los partidos políticos se declararon triunfadores en esta elección, la realidad es que, algunos, no lo fueron tanto, si nos atenemos a los números alcanzados. Por ahora, sólo nos referiremos a los comicios para diputados federales.
El PAN tendrá menos diputados en la próxima legislatura, respecto de los actuales y lo interesante es que este partido va como tobogán en pendiente. En cada elección disminuye el número de sus diputados. Hace tres legislaturas contaba con 206 curules, en la siguiente bajó a 142, actualmente cuenta con 114 y, para la próxima, andará entre 105 y 110 diputaciones.
El PRI, contra lo que algunos suponían, no se verá muy afectado, pues perderá 4 o 5 curules sobre los números de la bancada actual, aunque también va en una tendencia a la baja. Hace dos legislaturas contaba con 239 diputados, en la actual tiene 207 y para la próxima contará con alrededor de 197.
El PRD, sin duda, es el partido más lastimado. La incorporación de Morena, definitivamente lo golpeó de manera directa en varios frentes. El Sol Azteca vuelve a sus números de hace dos legislaturas, aunque a la baja. Entonces contaba con 68 diputados. En la actual alcanzó 100, pero su futuro inmediato le depara una bancada entre 51 y 60 legisladores, 40 por ciento menos,
El partido Verde, con todo y sus violaciones a la ley o, precisamente, por ellas, tendrá la bancada más alta de su historia. Y tal vez, si cuando le empezaron a imponer multas por las denuncias, hubiera corregido su comportamiento, en lugar de seguir abusando, podría haber logrado más. Seguramente esa actitud le restó algunos votos.
Morena es otro de los ganadores. Este partido podrá tener 35 diputados o un poco más en su debut, y ni que decir que son a costa del PRD. Eso sí, menos de los 41 legisladores que tuvo el Sol Azteca, también en su debut, hace 24 años. Queda claro que Morena, todo se lo debe a su dirigente moral y fundador, Andrés Manuel López Obrador, que fiel a su estrategia, sigue colocando los escalones para llegar, una vez más, a pelear la silla presidencial.
Interesante lo que habrá de suceder en el futuro mediato con las izquierdas, ante un PRD muy disminuido y un creciente Morena que se volverá cada vez más atractivo, si se decide sumar a su causa lo que quede del Sol Azteca y sus tribus, se reconcilie con Movimiento Ciudadano y hagan alianza, el PT no pierda su registro y algo le abone, y además incorpore a todos aquéllos que le vean espolones para una tercera llamada. Por lo pronto, el ex Jefe de Gobierno ya se posicionó en la capital del país.
Junio 11 de 2015