Miguel Tirado Rasso

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¿Quién financia los plantones?

In Manifestaciones, Partidos Políticos on 28 agosto, 2013 at 12:39 pm

Resulta inevitable hablar de los más recientes, que no últimos, para desgracia de los habitantes de la capital del país, plantones, bloqueos, marchas y agresiones perpetradas por los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), para expresar su inconformidad con la reforma educativa, sus leyes secundarias y lo que venga. Porque según la propia declaración de algunos maestros, también están dispuestos a defender al país en contra de la reforma energética, lo que abre el abanico de los objetivos de su movimiento, y lleva a pensar en la existencia de otros intereses, que están más allá de cualquier reforma.

Conforme a su muy particular manera de interpretar el derecho a la libertad de expresión, los “maestros” del CNTE, manifestaron, una vez más, su rechazo a cualquier intento por modificar las condiciones en las que desempeñan su trabajo, a alterar el estado de confort en que viven algunos docentes, que les permite traficar y heredar plazas, cobrar sin trabajar, dedicarse a hacer política en vez de a la enseñanza, realizar paros y movilizaciones callejeras, suspender clases con cualquier motivo, reprobar evaluaciones sin consecuencias, y otras mil y un lindezas que se reflejan en un muy penoso nivel de la enseñanza pública en nuestro país.

La Coordinadora se ha distinguido por su cada vez mayor belicosidad, su resistencia al diálogo y su negativa a cualquier negociación que no se materialice en ventajas para su gremio y otros beneficios para sus líderes. Así, han doblado, durante muchos años, a varios gobiernos en los estados en donde ese sindicato representa a la mayoría magisterial. Coincidentemente son las entidades en donde el nivel del sistema educativo es más bajo, y en donde la demanda de buenos maestros, capacitados, responsables y comprometidos es más urgente.

Cayendo en el sospechosismo, algo huele mal en la actual movilización magisterial que parece querer poner a prueba a la autoridad con provocaciones extremas. Y es que, a principios de este mes, precisamente en una reunión de maestros de la CNTE, en el Club de periodistas, y en el marco de la llamada “Proclama para el rescate de la Nación”, se habló de un programa de manifestaciones a partir del 31 de agosto, y durante el mes de septiembre.

Las demostraciones tendrían como tema principal la defensa del patrimonio petrolero, aunque, según lo expresado por uno de los coordinadores de la Proclama, también se estaría considerando “la lucha en contra de la privatización de la educación pública,… (en) contra (de) los megaproyectos de explotación minera, además de perfilar dentro de este frente, la lucha en apoyo al SME y su propuesta de reforma energética”.

Esto es, toda una miscelánea de pretextos para salir a la calle y justificar sus violentas formas de expresión en contra de cualquier propuesta de cambio.

En aquella reunión, se habló de la participación, en estas movilizaciones, de la CNTE, del Sindicato Mexicano de Electricistas, de lo que queda del movimiento “# yo soy 132”, además de diversas organizaciones campesinas y de la sociedad civil. Conforme al calendario expuesto, las manifestaciones iniciarían con una marcha masiva en defensa del petróleo, el 31 de agosto. El primero de septiembre se realizaría “una jornada nacional de actos en plazas públicas, para tocar el tema del petróleo y emitir un posicionamiento frente a la política de Peña Nieto”.

El 12 de septiembre continuarían con las movilizaciones en contra de la reforma energética y «por el derecho humano a la energía y la tarifa social”, y al siguiente día, con manifestaciones para recordar el sacrificio de los niños héroes durante la invasión estadounidense.

Al parecer, la convocatoria para un período extraordinario de sesiones del Congreso para debatir y, en su caso, aprobar las leyes secundarias de la reforma educativa, entre otros temas, obligó a los mentores a alterar las fechas y el orden de los temas de rechazo. Bajo esta hipótesis, habrían anticipado sus demostraciones en contra de la reforma educativa y sus leyes reglamentarias. Ya después les tocará su turno a la reforma energética y a los otros temas considerados en su programa de reclamos.  Así que no nos llame la atención que, los docentes y otros contingentes más, se mantengan en permanente plantón, ocupando calles y plazas públicas en abierto desafío a la autoridad.

Algo importante que no podemos olvidar en este calendario de manifestaciones, es la que el líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, anunció para el 8 de septiembre, también en defensa del petróleo, con lo que se cierra la pinza de manifestantes en contra de la reforma energética y quedan listos para lo que convenga.

Se trata de defender nuestra riqueza petrolera. Eso dicen, aunque yo más bien creo, que el objetivo es más político que otra cosa, y que de lo que se trata es de ponerle todas las piedras posibles en el camino al gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, aunque, con esto, se ponga en jaque al país.

A todo esto, habría que preguntar ¿quién paga todos los gastos de estas movilizaciones? ¿De dónde sale el dinero para el transporte y la alimentación de los miles de manifestantes, para el alquiler de autobuses, de las tiendas de campaña, etc. Porque todo esto cuesta, y mucho dinero. Quizás por ahí se podría develar el secreto de la verdadera intención de estos autonombrados salvadores de la patria y tal vez, hasta descubrir la mano que mece la cuna.

Agosto 28 de 2013

La reforma energética

In Partidos Políticos on 21 agosto, 2013 at 12:28 pm

La propuesta de reforma energética presentada por el ejecutivo federal, pegó justo en el blanco. Y es que, no bien se había hecho el anuncio, cuando ya había reacciones en contra del proyecto, aun sin mucho conocimiento de su contenido, en una lógica de oposición a rajatabla.

En efecto, si para unos la iniciativa presidencial “se quedó corta, en los mínimos”, según declaraciones del presidente del blanquiazul, Gustavo Madero, que consideró el proyecto hecho a la defensiva, otros la vieron exactamente al revés, tachándola del “robo del siglo,” atentatoria contra el país y para beneficio de una pequeña minoría, de acuerdo con la interpretación del líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador.

El tema de los hidrocarburos de la Nación es sensible y polémico, y da para todo. Es un buen pretexto para que algunos personajes se envuelvan en la bandera nacional y se lancen en contra de quien se atreva a proponer algún cambio al marco regulatorio del petróleo, aún y cuando, paradójicamente, coincidan en la necesidad de revisar el manejo de esta industria. Porque, además de todo, el tema resulta ser muy rentable, políticamente.

Y es que, en esta materia, la razón política se impone sobre los intereses de la nación, y qué mejor ejemplo, que las contradictorias interpretaciones y los calificativos aplicados a la propuesta del ejecutivo federal, que lo mismo la ven insuficiente y tibia, o como una auténtica traición a la patria, según sea la posición política del declarante.

Decimos que la reforma que propone el primer mandatario pegó en el blanco, porque había que encontrar el justo medio con un planteamiento que invitara al diálogo, evitara la polarización de enfoques, de ser posible, y permitiera sentar a la mesa de discusión a los representantes de las diferentes fuerzas políticas, para dar paso al análisis de sus proyectos de reforma, en un marco institucional.

Por lo pronto, los dos partidos de oposición mayoritarios, PAN y PRD, y el gobierno han presentado ya sus propuestas de reforma energética, con la coincidencia los tres, sobre la necesidad de hacer ajustes en nuestra industria petrolera, aunque con diferencias en cuanto al cómo y hasta dónde.

Las posiciones de Acción Nacional y del Sol Azteca se van a extremos opuestos. En medio podríamos colocar a la del gobierno federal. Quizás para algunos, esto sea una muestra de debilidad del proyecto del ejecutivo, pero habría que reconocer que nuestro nacionalismo petrolero, hace políticamente imposible cualquier intento de cirugía mayor en este terreno, por lo que el margen de maniobra es realmente reducido. Encontrar ese punto que permita lograr los cambios sin generar un linchamiento mediático y callejero, no es sencillo, y son varios los ejemplos de intentos fallidos, así que la experiencia recomendaba ser pragmático y realista en este tema.

La campaña en contra de la reforma del gobierno ya estaba en su apogeo desde antes de que se diera a conocer y, por supuesto, el fundador de Morena y sus seguidores, ya la habían condenado, tachándola de privatizadora. Y es que el mito de la privatización de nuestros hidrocarburos, resulta un tema muy efectivo y de impacto en el discurso político, así como las referencias al nacionalismo del general Lázaro Cárdenas.

Por ello, a muchos no les gustó que, para sustentar su proyecto de reforma, el Presidente Peña Nieto hubiera acudido al texto original del artículo 27 constitucional propuesto, precisamente, por el general Lázaro Cárdenas. Una buena estrategia del ejecutivo que les arrebató argumentos a sus opositores, y que, por lo menos, los obliga a entrar a la discusión.

Se vienen largas y difíciles jornadas en las que, esperemos, se puedan alcanzar los acuerdos necesarios para que la reforma energética se convierta en realidad. El país la necesita. El tema demanda seriedad en la discusión y análisis de fondo, y dejarse de discursos populistas y descalificativos sin argumentos, que sólo conducen a la división y al enfrentamiento.

Se dice que hay más posibilidades de lograr consensos entre el gobierno y el PAN, y que las bancadas de este partido y del PRI en el congreso, sumarían los votos suficientes para lograr la aprobación de la reforma. Quizás, pero lo ideal sería que el PRD  no se marginara y se pudiera conseguir una reforma en donde las tres principales fuerzas políticas estuvieran de acuerdo. Porque, podemos adelantar, que una parte de la izquierda, con Morena y su fundador por delante, harán todo lo posible por boicotear cualquier consenso, porque lo suyo no es el diálogo, la discusión ni el análisis, sino el rechazo y la cerrazón, los plantones y las manifestaciones. Al fin de cuentas, lo suyo es la calle.

Agosto 21 de 2013

Nuevos estatutos y más enfrentamientos

In Partidos Políticos on 14 agosto, 2013 at 12:33 pm

Terminó el impasse de la XVll Asamblea Nacional Extraordinaria del Partido Acción Nacional y, con ello, su presidente, Gustavo Madero, consiguió la aprobación, entre gritos y sombrerazos, de los ajustes estatutarios que consideró convenientes para su partido, en su nueva circunstancia, ahora en la oposición.

Y es que, cuando en el mes de marzo pasado, durante la celebración de esta XVll Asamblea Extraordinaria, en la que se analizaban cambios a 130 artículos de sus estatutos, el líder panista propuso otorgar a la base militante de su partido la facultad para elegir a sus dirigentes, quitándole este derecho al Consejo Nacional, de inmediato hubo una reacción en contra, por parte de prominentes panistas.

En aquella ocasión, el retiro de 14 delegaciones de 28 asistentes  rompió el quorum de la Asamblea, por lo que se tuvo que decretar la suspensión de los trabajos, cuando apenas se habían aprobado menos de la mitad de los artículos en análisis, y convocar a una nueva fecha, en la que se continuarían revisando los estatutos del partido, lo que, finalmente, sucedió el pasado sábado.

La polémica reforma, que alegaba la necesaria democratización de la elección de los dirigentes como su mejor argumento, llevaba jiribilla, pues en el fondo lo que buscaba Madero era quitarle a un pequeño grupo de notables la facultad para elegir al presidente y al secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, con lo que perderían el control del partido, y muchas otras cosas más.

La sensibilidad del panismo, después del naufragio electoral presidencial, y tras una campaña electoral plagada de golpes bajos, desencuentros, y no pocos errores involuntarios, algunos y otros provocados, estaba a flor de piel, y las fracturas internas se veían venir. Así que la lucha por el control de lo que quedaba del partido, entre dos grupos, no se hizo esperar. Por una parte, el grupo del presidente del partido, Gustavo Madero, y por la otra, el grupo identificado con el expresidente Felipe Calderón. La ex candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, ajena a ambos grupos, habría optado por hacer mutis, mantener con ellos una sana distancia, y esperar tiempos mejores.

Los desencuentros entre el líder Gustavo Madero y el senador Ernesto Cordero, identificado con el expresidente Calderón, son historia conocida, lo mismo que sus razones y sus propósitos. Este  enfrentamiento llevó al PAN a una crisis de pronóstico reservado. Aunque en momentos parece que las aguas se aquietan, gracias  a algunas negociaciones logradas en la sombrita.

Por lo pronto, el conflicto en la bancada de los senadores panistas se suaviza. Si bien, las partes en conflicto tendrán que resignarse a vivir con los golpes recibidos. El senador Cordero, sin la coordinación de su bancada, de la que fuera destituido por el presidente de su partido, aunque conservando el reconocimiento de sus pares y con un cierto liderazgo de facto. El senador, Jorge Luis Preciado, lo releva en el cargo, pero con una coordinación débil, y disminuida en funciones y facultades por las reformas estatutarias promovidas por el grupo de su antecesor.

La reanudación de la XVll Asamblea que amenazaba con una nueva tormenta entre los dos grupos, no decepcionó. Los gritos, empujones y conatos de riña, durante la votación de la propuesta de reformas, irónicamente denominada Proyecto de Estatutos Armonizados, revelaron que los intentos de conciliación entre estos grupos han resultado infructuosos.

Algo se negoció en el camino, sin embargo, y la cereza de estas reformas, la que le daba a la militancia la facultad para designar a los dirigentes del partido, se aprobó, pero un tanto descafeinada. Porque con la creación de la Comisión Permanente que asume algunas de las facultades del CEN, la cúpula del partido mantiene importantes funciones como la designación de candidatos, la decisión sobre alianzas electorales y la definición de la agenda política y la legislativa.

Con la presencia de 27 de 32 delegaciones y la participación de casi 5 mil delegados, se acordaron varios cambios a los estatutos de ese partido. Se crea, como ya lo mencionamos, la Comisión Permanente, integrada por 60 personas entre coordinadores parlamentarios, ex presidentes nacionales, jefes estatales y, en su caso, el Presidente y gobernadores del PAN, además de algunas designaciones del líder del partido y del Consejo Nacional. El Consejo Nacional ahora será electo por los militantes y no por la Asamblea Nacional. Se elimina la figura de adherentes, dejando únicamente la de militantes y simpatizantes, y desaparece la Comisión Nacional de Elecciones, entre otras reformas.

Habría que reconocerle a Gustavo Madero que, a pesar de las presiones internas y de sus vaivenes políticos, se sostiene al frente del PAN, hasta con aspiraciones, según su propio dicho, de repetir en el cargo. Si bien, no queda claro, todavía, cuál será el costo político de la aprobación de estas reformas sin ver, oír ni atender las voces de inconformidad y denuncias de fraude alegadas durante la agitada asamblea.

Pero sus preocupaciones no terminan. Ahora en la Cámara de Diputados se avecina otra disputa por una posición, con el grupo que lo asedia. Conforme al reglamento de la llamada cámara baja, corresponde al partido blanquiazul la presidencia de la Mesa Directiva durante el segundo año de la actual legislatura. Esto es, a partir del próximo primero de septiembre. Para el cargo, cada grupo tiene ya a su propio candidato: el presidente Madero promueve al diputado Ricardo Anaya Cortés, mientras que del lado de los afines al expresidente Calderón, el apoyo es para la legisladora Eufrosina Cruz Mendoza.

No tardará mucho en detonar esta nueva bomba parlamentaria, que habrá de poner a prueba, una vez más, las habilidades políticas del líder panista, que ahora más que nunca, está obligado a resolver sin dejar damnificados. O sea, de una mejor manera que como resolviera su problema en el Senado, pues un nuevo choque de fuerzas no sólo lo debilitará a él, sino que perjudicará, aún más, a su partido.

Agosto14 de 2013

Las oposiciones y su papel

In Partidos Políticos on 7 agosto, 2013 at 12:31 pm

Difícil definir el papel y la responsabilidad de las oposiciones en regímenes democráticos. ¿Cómo debe ser el desempeño de los partidos de oposición? ¿Deberán siempre disentir y rechazar toda propuesta, programa o plan que el gobierno proponga? ¿Será válido que, en casos de coincidencia de propósitos, se puedan sumar a las políticas gubernamentales, sin que esto signifique poner en riesgo su esencia opositora? Negociar con la autoridad, ¿significa abdicar a su posición? Qué intereses deben guiar sus acciones, los de la Nación a la que deben servir o los de sus principios como fuerza de oposición.

La reflexión viene al caso por la encrucijada en la que parecen  encontrarse los dos partidos políticos mayoritarios de oposición, PAN y PRD, sus dirigentes, militantes y otras figuras distinguidas, con motivo de la suscripción del Pacto por México. Un acuerdo que permitió, en principio, superar las diferencias entre las principales fuerzas políticas de nuestro país, tradicionalmente enfrentadas. En ocasiones, de manera irracional.

Y es que, habría que reconocer el sigiloso y fino trabajo político realizado, durante los meses posteriores a la fecha de la elección, por parte del Presidente electo y sus operadores, con los personajes claves de las oposiciones para lograr sentar, en la misma mesa, a la representación de quienes, apenas, unos pocos meses antes, habían estado enfrascados en una ruda lucha electoral.

El Pacto evitó que México se hundiera en un marasmo, por conflictos postelectorales, y que la mirada se enfocara hacia adelante, para buscar acuerdos sobre medidas benéficas para el país. Así, a diferencia de las dos últimas sucesiones presidenciales, en las que sufrimos meses de enfrentamientos, manifestaciones, denuncias y  reclamos estériles, antes y después de la toma de posesión del Jefe del Ejecutivo, en esta ocasión, el inicio de la nueva administración mostraba una imagen diferente, a pesar de los esfuerzos orquestados para desacreditarla.

Los dirigentes del PAN, Gustavo Madero, y del PRD, Jesús Zambrano, sin perder postura ni desconocer su carácter de oposición, encontraron en el Pacto una oportunidad para analizar y discutir con el Gobierno y su partido, el PRI, temas fundamentales para el desarrollo económico, social y político del país, así como para formular propuestas de solución a problemas nacionales. El foro resultaba útil, oportuno y adecuado para llevar en su seno ese diálogo indispensable para lograr acuerdos y poner fin al largo estancamiento que ha padecido nuestra Nación, debido, precisamente, a diferencias políticas. A una lucha desconsiderada por el poder.

Pero resultó que el éxito de este acuerdo, no convenía, de ninguna manera, al futuro político de algunos inquietos personajes, muy preocupados ya, desde ahora, por el 2018. Por lo que procedieron  maniobrar en contra de la operación de este mecanismo de concertación, censurando la participación de los dirigentes panista y perredista, calificándolos de sumisos y entreguistas. Pues, el fenómeno se dio, de igual manera, en los dos partidos. Y a partir de esto, y con la intención de no perder imagen ante su militancia, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, comenzaron a jugarle las contras al instrumento que ellos mismos suscribieron voluntariamente.

Ante las presiones internas en el seno de estas dos fuerzas políticas, originadas, más por la lucha por el control del partido, que por una actitud de responsabilidad con el desarrollo del país, los propios dirigentes no han dudado en poner en riesgo al propio Pacto, con tal de mantenerse en el cargo, por el poco tiempo que les queda.

El Acuerdo, ciertamente afectó el protagonismo de algunos grupos que, al sentirse excluidos en la aportación de fórmulas para desatorar al país, de inmediato procedieron a presionar para sacar de este foro los acuerdos para otras reformas de ley. Esto explica las amenazas y chantajes en contra del Acuerdo Nacional , que no son otra cosa que una estrategia para restarle importancia como mesa de acuerdos, y borrarlo del escenario político, pues al estar identificado con el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, sus éxitos se los endosan a su administración y, esto, les resulta políticamente inconveniente.

Todo país debe contar con una oposición fuerte y sólida. Es fundamental para mantener los equilibrios del poder, pero no creo que la función de la oposición sea oponerse a toda medida que provenga del gobierno, todo el tiempo, sin considerar si son o no benéficas para el país. Si las propuestas son positivas y contribuyen al desarrollo de la Nación, la suma de esfuerzos del gobierno con las oposiciones constituye la única fórmula para el despegue, pues la contribución de todos es fundamental. Lo contrario, el enfrentamiento permanente, sólo lleva al estancamiento. Eso ya lo vivimos.

Por eso llama la atención que después de todos estos años de desencuentros, que afectaron la evolución del país, haya quien siga encontrando en el rechazo y la negación su plataforma política. Recientemente, el líder moral del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena,  Andrés Manuel López Obrador, expuso lo que considera que debe ser el papel de una oposición.

Él afirma que se negó a firmar el Pacto “porque México necesita de oposición” y cuando a todos los cooptan ya no se tiene ninguna esperanza. Para López Obrador, no importan los contenidos ni los propósitos, ni menos sentarse a discutir problemas y propuestas. Hay que estar en contra como razón de ser, aunque eso paralice al país, porque la única vía posible es su propuesta.

Esta es la clase de oposición que no necesita ningún país, pues lejos de aportar, constituye un muro de contención que impide el ejercicio de gobierno. Negada al diálogo y menos a la negociación, que para ellos es sinónimo de entreguismo, parte del supuesto que su misión es llevar la contraria. Y con esa consigna enfrentará todas las reformas que proponga el gobierno. En particular la energética, en contra de la cual ya se frota las manos.

Agosto 7 de 2013.